Cornellà recoge el guante
La primera victoria en casa del Espanyol fue mucho más que eso. Récord de asistencia sin los grandes, y en el meollo de la lucha por la permanencia.
La clasificación no engaña y el Espanyol sigue, una jornada más, en la cola. Pero el conjunto perico no solo ha recortado un punto a la permanencia, que queda a dos, sino que se ha emparejado con Mallorca y Leganés. Y, sobre todo, consiguió el domingo mucho más que su primera victoria en LaLiga 2019-20 (que ya es decir, en febrero) en Cornellà-El Prat.
No ganaba el Espanyol en casa desde la incontenible euforia del pasado 18 de mayo ante la Real Sociedad, el día de la clasificación europea, y cinco semanas antes, por ejemplo, de que el propio Mallorca, víctima de este estreno victorioso, sellase su ascenso a Primera. De hecho, el conjunto perico permanece ya en la historia por haber materializado su peor arranque en casa de todos los tiempos (llegó a encadenar hasta seis derrotas en sus primeras jornadas en Cornellà) y también su peor racha como local en cualquier momento de la temporada, al sobrepasar en una los diez partidos sin ganar en la temporada 1988-89 (que terminó con un descenso).
Pero a la vez, la victoria frente al Mallorca permite girar la racha de un Espanyol que ahora mismo encadena cuatro partidos ligueros en Cornellà sin perder: 2-2 ante el Betis y el Barcelona, 1-1 contra Athletic Club y el 1-0 frente al Mallorca. Y que debe centrar su objetivo de la permanencia en su hogar, por donde también pasarán sus otros dos rivales directos, Leganés y Celta (este, en una última jornada que puede ser de infarto), además de Atlético de Madrid, Alavés, Levante, Real Madrid y Eibar, que ahora mismo se sitúa a seis puntos.
Casualidad o no, esta racha sin perder en Cornellà coincide con el momento en que el club se ha acercado a la afición, que rápidamente ha recogido el guante por un bien común. Los 32.084 espectadores que se dieron cita el domingo en el Espanyol-Mallorca constituyen no solo la segunda mejor entrada de la temporada, tras los 33.562 del derbi del pasado 4 de enero, sino el récord de afluencia en cualquier partido liguero que no tuviera como rival a los llamados grandes (Real Madrid, Atlético o Barcelona), superando los 30.029 que se congregaron contra el Valencia en los albores del estadio, en el curso 2009-10. La lucha del Espanyol no ha hecho más que comenzar.