ELCHE
A Nico se le hace tarde con la renovación de Juan Cruz y Gil
Los dos laterales titulares terminan contrato en 2021 y diez meses después de su llegada, el director deportivo ha sido incapaz de ampliar su vinculación.
A Nico Rodríguez se le acumula el trabajo en el ordenador de su despacho. El director deportivo del Elche no ha sido capaz de cerrar la renovación de dos jugadores indiscutibles en el once titular del técnico José Rojo ‘Pacheta’, Juan Cruz y Óscar Gil. Ambos terminan contrato hasta el 30 de junio de 2021 y si la temporada acaba sin acuerdo, iniciarán el siguiente curso en la misma situación que lo ha hecho este año Iván Sánchez, talento que corre serio riesgo de marcharse gratis cuando acabe la campaña.
La mejora del contrato de Juan Cruz fue uno de los temas que no pudo concretar el anterior director deportivo, Jorge Cordero, cuando fue destituido por orden de José Sepulcre, en abril del año pasado. Dos semanas antes de que esto sucediera, el lateral madrileño reconocía en rueda de prensa que “hace tiempo que estoy en contacto con Jorge (Cordero) y él me ha transmitido que quiere renovarme”. “Está en contacto con mi agente (Juanma López), pero dada su situación (dudas sobre su futuro) queremos esperar para saber qué pasa porque él fue quien apostó por mí y quiero saber qué va a ocurrir antes de tomar una decisión”, explicó.
Nico Rodríguez llegó a finales de abril y, diez meses después, ese tema ha quedado en punto muerto. Ahora los equipos de Primera División andan tras uno de los laterales más en forma de la categoría y no va a ser sencillo poder llegar a un entendimiento económico en términos interesantes para la economía de la entidad. Clubes como el Real Valladolid o el Real Mallorca dejaron entrever el interés por el jugador en el mercado de invierno, pero Juan Cruz siempre ha estado centrado y tranquilo en su trabajo, mejorando partido a partido su rendimiento, para alegría de Pacheta.
Por otro lado, la renovación de Óscar Gil sigue en punto muerto. Nico Rodríguez intentó renovar al futbolista, en primer lugar, con el anterior agente del canterano (Pedro Compairé), que por aquel entonces ya se había puesto en manos de José Tárraga y Moisés García. Las negociaciones tuvieron que reanudarse con esta agencia de representación y se rubricó el nuevo contrato del lateral derecho el 28 de noviembre. La firma que se estampó fue la del jugador y el club nunca se lo devolvió formalizado.
El motivo fue que, cinco días después, Christian Bragarnik adquirió la mayoría accionarial del Elche y tras revisar este tema no aceptó los términos económicos del acuerdo, con un cambio en la cláusula de 500.000 euros a cuatro millones de euros y un aumento de sueldo para elevar sus condiciones por encima de los 200.000 euros, el doble de lo que de fijo, por ejemplo, tiene firmado Juan Cruz. En ese momento, el Getafe de Ángel Torres ya había tocado a su puerta. Bragarnik no entendía ese acuerdo y lo frenó. Ahora se quiere reanudar, con Óscar Gil en su mejor momento y en un proceso de mejora exponencial, pero tampoco va a ser sencillo después de que el acuerdo llegado con el jugador y sus agentes cayese en saco roto.