Pánico en el Barça: sin delantero a 40 horas del 'deadline'
Los problemas de caja, el fracaso de la negociación por Rodrigo y el temor a repetir el caso Boateng ata de pies y manos a los técnicos, que buscan una solución de última hora.
Rotas las negociaciones por Rodrigo, el Barça ha entrado en pánico a 40 horas de que cierre el mercado de fichajes. Aparentemente imposible el traspaso de Lautaro Martínez, y con la operación del delantero del Valencia parada, el debate en las oficinas del Camp Nou a estas horas se centra en la idoneidad de incorporar o no a un fichaje de garantías. El caso Boateng marcó mucho a la secretaría técnica, que trajo a un jugador procedente del Sassuolo para que se pasease por la ciudad y poco más. Un fracaso de gestión que sirvió para proclamar a los cuatro vientos que nunca más se ficharían jugadores sin garantías y que, si no existían, se tiraría de la cantera. Fue el plan inicial este curso cuando se apostó por Carles Pérez. Pero el delantero está rumbo a Roma y el Barça todavía no tiene un recambio del chico del filial ni de Suárez. Se multiplican los ofrecimientos, pero a a Abidal le asusta hacer un Boateng.
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Los problemas de caja también lastran al Barça. Como pasó este verano con el caso Neymar, las últimas inversiones (De Jong, 86 millones de euros y Griezmann, 120 millones de euros) dejaron al Barça sin liquidez pese a acudir incluso a fondos de inversión estadounidenses para pedir créditos. Eso ha impedido que cristalice la operación Rodrigo.
Aunque sea lo que menos le preocupa viendo las últimas decisiones tomadas, al Barça también le inquieta la planificación de la próxima temporada. Y en la misma, Lautaro Martínez jugaba un papel protagonsta. Hay voces entre los técnicos y directivos del Barça que argumentan que si la decisión es fichar a Lautaro, habrá que sobrevivir lo que queda de temporada con lo que hay (Dembélé, Ansu, Messi y Griezmann) y poner todos los huevos en la cesta del delantero del Inter, se recupere cuando se recupere Suárez. Otras voces, sin embargo, recuerdan que, hasta que se lesionó, el uruguayo había intervenido en casi el 42 por ciento de los goles que había hecho el equipo azulgrana. Ese dato les hace entrar en pánico.