Osasuna aprieta por Arnáiz, pendiente de Bryan Gil
La llegada del extremo del Sevilla al Leganés (dependiente, a su vez, de la operación Suso) podría abrir las puertas de Osasuna al extremo talaverano.
Osasuna está apretando en las últimas horas para lograr la cesión de José Arnáiz, extremo derecho del Leganés de 24 años. Fuentes cercanas a la operación confirman existen conversaciones y que el optimismo manda en Pamplona. El jugador apenas entra en los planes de Javier Aguirre y su marcha al Sadar permitiría que gozara de rojillo los minutos que no ha tenido como pepinero. Braulio, director deportivo de Osasuna y exdirector deportivo de Valladolid, es su mejor valedor precisamente de sus años juntos en Pucela.
El pasado domingo Arnáiz se cayó de la convocatoria ante el Atlético. El Rayo Vallecano ha apretado también para hacerse con sus servicios, pero finalmente su destino apunta a Pamplona. La llegada de Bryan Gil al Leganés, dependiente a su vez de que se oficialice el fichaje de Suso por el Sevilla, serviría de luz verde para su marcha.
La operación sería un préstamo por el que el Leganés ha tratado de sacar beneficio con el intercambio de algún jugador. En el Sadar deslizan que Rober Ibáñez, ex pepinero, fue el nombre que se puso sobre la mesa, pero Jagoba Arrasate no piensa dejarle ir. Cuenta con él.
El talaverano, fichaje más caro en la historia del club (el Lega pagó 5 millones de euros al FC Barcelona por el 50% de sus derechos) apenas ha gozado de continuidad al sur de la capital fruto de sus problemas con las lesiones. Llegó en el verano de 2018 y una recaída de la dolencia que sufría (pubalgia) le hizo estar en blanco hasta enero. Debutó en Copa contra el Real Madrid.
Víctima del sistema que impera en Butarque desde la llegada de Pellegrino (el 5-3-2), le ha costado tener regularidad en las alineaciones. El curso pasado jugó sólo ocho partidos y en éste lleva 14. Tampoco le ha ayudado la suerte con algunas de sus actuaciones en las que rozó el papel de héroe, pero sin gol. Tanto infortunio lo ha ido desmoralizando hasta forzarlo buscar la oportunidad de oxigenarse y recuperar su mejor versión, aquella que maravilló al Camp Nou, lejos de Butarque.