Un blindaje histórico
El Real Madrid iguala, con 13 goles encajados tras 21 jornadas, su mejor dato defensivo de siempre en LaLiga. El Valladolid no le remató entre palos.
A falta de lucidez arriba, el Madrid sacó adelante su partido en Valladolid con el mejor ejercicio de solvencia defensiva del curso. El equipo pucelano incomodó hasta el extremo a los de Zidane, sobre todo en el primer tiempo, pero no logró traducirlo en peligro real: cuatro disparos en total, ninguno entre palos. Courtois se marchó al vestuario con los guantes inmaculados. Es la tercera vez en el presente campeonato de LaLiga que el Madrid deja al rival sin chutar a puerta, ya lo logró en el Pizjuán contra el Sevilla y en el Bernabéu ante Osasuna.
Un blindaje que, a estas alturas, ya es histórico: el Madrid sólo ha recibido 13 goles en 21 jornadas, lo que sólo ha sucedido dos veces más desde la temporada 1934-35 (la primera tras la ampliación a 12 equipos y en la que se disputaron tantas jornadas). Con los mismos goles en contra llegó a estas alturas el Madrid de la Quinta del Buitre en la 1987-88, al igual que el equipo blanco de la 1964-65, aún con Puskas y Gento, aunque ya sin Di Stéfano en sus filas.
Mientras la producción goleadora tiene amplio margen de mejora (39 goles marcados; en la 2011-12, la Liga de los Récords, eran 71), Zidane se congratula de haber dado con la tecla para que su equipo sea impenetrable: “Mantener la portería a cero es una fortaleza, es prueba de que estamos haciéndolo bien. Defensivamente lo que estamos haciendo lo estamos haciendo muy bien. Somos fuertes, defendemos todos. Cuando perdemos el balón, lo recuperamos muy arriba, con presión tras pérdida… Si no encajamos, tenemos muchas posibilidades de marcar un gol. Es lo que nos ha pasado hoy”. Ramos, retornado tras su lesión en el tobillo derecho, insistió: “A veces no se puede jugar, pero siempre lo intentamos. Que se vea un Madrid con compromiso e identidad”. Con esa receta, lleva el Madrid 19 partidos sin perder, desde que cayese el 19 de octubre en Mallorca. “Trabajar, trabajar, trabajar. Así salen las cosas”, cerró Lucas Vázquez. Es un Madrid de hierro.
Con esa rocosidad y un gol de Nacho que vale su peso en oro, el Madrid sacó adelante el duelo pese a su apagón ofensivo: sólo disparo tres veces a puerta, su peor dato de la temporada en LaLiga. También chutó sólo tres veces contra el Atlético de Madrid en el Wanda Metropolitano, aunque en aquel caso probó más veces fuera de los tres palos (11) que en Pucela (8, segundo peor dato de la Liga blanca).