Un Tenerife heroico
Las Palmas jugó con uno más desde el minuto 21. Pedri y Gómez tuvieron las mejores ocasiones. Las Palmas no gana desde que se fue Jonathan Viera.
Anda de mal en peor la Unión Deportiva Las Palmas tras la marcha de Jonathan Viera: cinco partidos sin ganar. Fue un equipo incapaz y ni siquiera lo hizo ante un Tenerife que jugó 69 minutos con un futbolista menos, defendiéndose a la perfección. Tampoco es que los locales le exigieran como era debido, así que el resultado no puede ser mejor, dadas las circunstancias, para los pupilos de Rubén Baraja. Con el cambio de entrenador se viene la remontada blanquiazul.
Los derbis regionales se juegan con las piernas pero, sobre todo, con alma y corazón. A veces se echa en falta algo de cabeza, y de ello pecaron Las Palmas y Tenerife al inicio, mucha pasión pero poco control. Y eso que en el minuto tres Rubén no llegó por un palmo a un envenenado centro de Curbelo, y apenas 60 segundos después Gómez hubiera enfilado en soledad a Valles de no haberse cruzado Aythami. Era el inicio soñado para el espectador.
Dominaban los locales, acaso en porcentaje de posesión, mas el Tenerife permanecía bien plantado hasta que, en el minuto 21, todo se le pudo venir al traste tras la ingenua y justa expulsión de Carlos Ruiz por agarrar a Rubén Castro cuando este se iba solo, aunque el menudo delantero venía de un posible fuera de juego. Poco antes, Valles le había sacado una mano prodigiosa, otra más, a Dani Gómez.
El Tenerife no se descompuso, sino todo lo contrario. Se puso gallardo y empezó a defender de manera impecable el 0-0 ante una cándida Unión Deportiva, que apenas generó una clara ocasión de gol antes del descanso, aquella que Dani le desbarató a Pedri, objeto de carniceras entradas.
Perdonó
Se estiró Las Palmas tras el reposo, aunque no terminaba de generarle peligro a Dani, que se lució a un trallazo de Benito marca de la casa. Tampoco es que los locales le exigieran mucho, jugando con más corazón que cabeza cuando está más falta les hacía. Algún picotazo dio incluso el Tenerife. Hasta perdonó a falta de cinco minutos, con Gómez llenándose de balón cuando Milla estaba solo y dejándose la garganta.
Sale reforzado el equipo blanquiazul ante un grupo, el de Pepe Mel, ahogado en dudas en plena cuesta de enero. Qué dura es la vida sin Viera.