Embarba se lleva sus caños y su reggaeton de Vallecas a Cornellà
Adrián Embarba (Madrid, 7-5-92) es el último fichaje del Espanyol, donde se reencontrará con su amigo De Tomás. Tras una vida en el Rayo emprende una nueva aventura. El balón, la familia y 'Bronx' le acompañarán.
La vida de Adrián Embarba Blázquez (Madrid, 7 de mayo de 1992) siempre ha girado en torno a un balón. Cuando era niño, sus padres Antonio y Gloria le observaban mientas dormía abrazado a uno de peluche. Una pasión que no ha escapado de su vida a medida que cumplía años. Ahora tiene la casa llena de balones y una de sus bromas más recurrentes en la intimidad es la de tirar caños a su familia. De ahí que le salgan con esa innata facilidad ante los rivales.
Embarba pasó por la cantera del Real Madrid, donde coincidió con Carvajal, Sarabia, Álex Fernández, Morata… De hecho, sigue teniendo relación con algunos de ellos. El extremo vistió la camiseta blanca desde alevín B hasta cadete y su madre era la encargada de llevarle en el coche a sus entrenamientos. De Azuqueca de Henares (Guadalajara) a la antigua Ciudad Deportiva del Madrid en la Castellana y posteriormente, a Alcalá, Leganés y Getafe.
Se curtió durante su etapa en el Marchamalo y despuntó en el Carabanchel, ambos equipos de Tercera. Allí, poco a poco, pase a pase, caño a caño, se convirtió en un referente. De hecho, el club de La Mina sigue contando con su presencia para algunos actos conmemorativos o solidarios. Allí llamó la atención de un Rayo que lo fichó para su cantera. Pronto llegó su gran oportunidad. Debutó en Primera ante el Levante de la mano de su gran valedor Paco Jémez.
A partir de ahí fue creciendo de la mano de la Franja. Su camino y el del Rayo han estado unidos siete temporadas (2013-20), transitando zonas de luces (el ascenso a Primera, 2017-18) y de sombras (los descensos de 2015-16 y 2018-19). Un trayecto en el que siempre ha estado acompañado por su familia: sus padres, sus hermanas (Irene y Claudia) y, desde hace algo más de un año, su sobrino Óliver. Etapa en la que se ha convertido en uno de los DJ del vestuario, a base de pop español y reggaeton. Sólo los juveniles vallecanos le superaban en decibelios.
Embarba se despide de Vallecas, donde ha estado viviendo (seis años en el Ensanche), y en la maleta se lleva grandes amigos: el otro capitán Alberto, su compañero de habitación Comesaña, Bebé, Trejo, Mario Suárez, Catena... Y con otro se reencontrará en el Espanyol: De Tomás. "RDT es una grandísima persona y un buen personaje", bromea. Comienza una nueva etapa en Barcelona, pero hay cosas inamovibles: su gato llamado 'Bronx', su locura por el FIFA y el Mario Kart, su familia y el balón.