Historia en León
Una Cultural enorme dio la sorpresa al eliminar al Atlético en la Copa. Marcó Correa pero remontaron los leoneses por empuje y las paradas de su portero, Lucas Giffard.
A la hora en la que comenzaba a caer la cencellada que despertaría al día siguiente a León, con los árboles desnudos jaspeados de hielo en el río Bernesga, Simeone se desnudaba en el Reino de León. Salió de inicio con lo mejor que tenía más Manu Sánchez. Enfrente, Aira levantaba un espejo: la Cultural con su saber jugar replegado y agresivo al espacio. Buscaba repetir lo del Huesca, Dioni y Kawaya para luego y sobre el verde su Cara B. Iba con héroe: Lucas, portero suplente, ayer un gigante.
Todo comenzó como establecía la diferencia de categorías. Mandaba el Primera, João Félix como falso ‘9’ y con libertad. Un pase suyo en profundidad a Vitolo fue el primer ‘uy’ del partido. La Cultural no sabía cómo marcarles. Ni ellos ni a Correa. La espera de la Cultural replegada nunca terminaba en robo, a Sergio Benito no le llegaba un balón. Lo único a favor de Aira era el tiempo, que seguía pasando en el 0-0. En la grada, intercambio de cánticos. Trece mil con el ‘Cultural’ a ritmo del bombo de Magín, un córner con el "Ole, ole, ole".
Fue después de una rosca de Herrera que sacó Lucas con la uña que todo cambió. Como si de pronto las piernas de João hubiesen comenzado a congelarse por el frío que caía sobre el Reino, un estadio acostumbrado al invierno. Ya no encontraba a Vitolo, tampoco a Correa, nadie se pasaba bien la pelota. Se alargó el campo, se acercó la Cultu a Adán con intensidad en el choque y mucha gente en las ayudas. Simeone pateaba balones invisibles en un área técnica que parecía menguar a cada minuto. El descanso llegó donde Aira quería. 0-0. Por delante, 45 minutos de posibilidades para el Segunda B y la oscuridad tiñiéndose de rojiblanco con ese susurro. Albacete.
La segunda parte comenzó con un enfado del Cholo. Seguía su equipo impreciso y eso que había abrigado su centro con Thomas. “Sí se puede”, gritaba el Reino mientras Sergio Benito cabeceaba un córner un palmo por encima de Adán y Lucas sacaba ante Vitolo una de las manos de Oblak. Aira metía pólvora, Kawaya. Simeone hacía debutar a Saponjic (al fin). Dos minutos después, João volvía a frotarse la bota para quitarse la escarcha y filtrar a Correa otro pase. El argentino remató de primeras para soplarle el negro a la noche. La sonrisa al Cholo le duraría poco.
Aira le daba la última media hora a Dioni para buscar una heroica que encontró a los córners. Los forzaba Gudiño, los lanzaba Kawaya, lo llevó Castañeda a la red. 1-1. Quedaban seis minutos para el 90’ cuando al Atlético le entraron las prisas. Lucas paró ante Saponjic, Adán lo hizo ante Sergio Benito. Y otra vez Adán, con el pecho, como podía, que la Cultural no se iba de su área. A la prórroga llevó Lucas en volandas sacando otras dos manos milagro, a Felipe y Thomas. Hasta la cencellada dejó de caer en León. Calentaba ese grito. Cul-tu-ral, altísimo.
Siguieron los guantes de Lucas sosteniendo al inicio de la prórroga. Y eso que Simeone le sumaba Riquelme y Camello a Correa, Saponjic y João. Los hombres de Aira caían, acalambrados. Pero, entonces, sucedió esa contra. Dioni a Gudiño, Gudiño a Sergio Benito y Sergio Benito que bate a Adán de primeras. Un 2-1 que quedará para siempre en la historia leonesa. El de la noche en que la Cultural le rompió el espejo al Cholo. 512 millones de presupuesto les separaban.