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CACEREÑO 1-EIBAR 2

Un autogol sobre la bocina despierta del sueño al Cacereño

Un centro de Orellana era alojado en su propia portería por el capitán verdiblanco en la última jugada del partido y ponía un cruel final a la aventura copera de los extremeños.

 El jugador de la SD Eibar Fabían Orellana (izda) pelea por el control del balón con el jugador del Cacereño, Teto.
ESTEBAN MARTINENA GUERREROEFE

Durante 93 minutos pudieron disfrutar en Cáceres del sueño de la clasificación hasta que el infortunio en forma de autogol puso punto y final a la aventura verdiblanca en la Copa del Rey. El guión que había establecido Mendilibar lo rompió Marcos Torres con su cabezazo en el 62’, pero el Eibar no se rindió y un tremendo zapatazo de Pedro León y un despeje cargado de veneno por parte de Delgado escribieron el capítulo final del partido.

Saltaba el Eibar al Príncipe Felipe con su once copero. Sergio Álvarez por un lesionado Escalante y Burgos-Oliveira como pareja de centrales, por lo demás, mismos hombres que apearon al Logroñés del torneo del KO. Por los extremeños, Julio Cobos mandaba un mensaje, el Cacereño quiere seguir soñando fiel a su estilo: el 4-2-3-1 con el que gobiernan los verdes el grupo XIV de Tercera permanecía inamovible. La inclusión de Álex García, ex del Eibar, y la ausencia de Gustavo, goleador ante el Alcorcón, se presentaban como principales novedad en el once.

No tardaba Goliat en avisar a David. Orellana, de vuelta tras tres partidos de sanción, calibraba los guantes de un Bernabé que se crió en la cantera del Atlético de Madrid. Pero no se arrugaban los locales que, por medio de Teto, ponían en apuros a la defensa armera en unos primeros minutos teñidos de azulgrana pero con tintes verdes. Orellana, el más activo de la primera parte junto al joven Ekhi Bravo, instauró el runrún en la grada en el minuto 24 con un disparo desde el costado del área que, tras tocar en un defensa, rozaba el palo derecho local. Instantes después, un derechazo de Álex García demasiado centrado era el que desempolvaba los guantes de Yoel. Con el Eibar dueño del balón (76% de posesión al descanso) y apretando con bombas al área que la defensa verdiblanca se encargaba de desactivar; y Ezequiel mandando arriba un disparo lateral con visos de centro, que Andújar esperaba rematar, se llegaba al intermedio.

Ilusión, esperanza y cruel final

Tras el refrigerio del descanso se repetía la tónica de los primeros 45 minutos. Los armeros insistiendo en los centros laterales, sabedores que el reloj jugaba en su contra, y los cacereños, cada vez más cómodos sobre el verde, mostrando los dientes a la contra. Aunque era la megafonía la que alborotaba al graderío al anunciar los asistentes al partido: más de 6000 almas ávidas de epopeyas abarrotaban el Príncipe Felipe. Y era la megafonía, al anunciar la entrada de Marcos Torres por Álex García en el 60’, la que cambiaba el sino del partido. Un centro lateral al palo corto dos minutos después era mandado cambiado de palo por el propio Torres. Gol. El verde de la elástica local inundaba de esperanza la grada, que veía la machada más cerca.

La urgencia llamaba al banquillo de Mendilibar. El de Zaldibar ya había hecho un doble un cambio instantes previos al tanto, Pedro León y Edu Expósito ocupaban los lugares de Marí y Quique, y ahora se lanzaba a por la portería de Bernabé definitivamente, con la entrada de Sergi Enrich por Rober, delantero por lateral. La más clara del partido para los azulgrana llegó antes de la entrada de este último, con un mano a mano que el Charles no pudo materializar. La más clara hasta que Pedro León se presentaba al partido en el 79’. El de Mula se plantaba en la frontal y con un disparo magistral que se colaba por la escuadra ponía la igualada. Los cambios habían agitado un partido que se volvía loco cuando enfilaba el descuento.

Cuando todo apuntaba a la prórroga, un centro de Orellana era rematado en su propia portería por Delgado. Y final. Con todos los jugadores consolando al capitán verdiblanco pitaba González González el final del sueño de un Cacereño que se despide de la Copa con honores de equipo de superior categoría. Al final, David no pudo con Goliat.

Mendilibar

El entrenador de la Sociedad Deportiva Eibar, José Luis Mendilibar, ha aseverado este domingo que "el Cacereño no se ha merecido perder así", con un gol en propia puerta en el último segundo, y que "el puñetero fútbol no tiene memoria" porque han sido tan buenos como ellos, o incluso mejores.

En la rueda de prensa posterior al partido, el míster armero que es una pena por los extremeños, que se han quedado con "cara de tontos" por una jugada en el último instante que les "rompe las ilusiones", algo que ellos también han vivido cuando estaban en categorías inferiores.

Sobre el partido, Mendilibar ha afirmado que a partir del gol en contra han espabilado y han acorralado al rival en su campo, pero que hasta entonces no habían hecho nada. "No se ha visto en el campo la categoría de uno y de otro", ha agregado.

El entrenador, que ha abogado por el nuevo formato de Copa del Rey que permite que un club modesto casi llene su estadio con un equipo pequeño de primera división, ha indicado que sabían que el Cacereño estaba bien en su grupo de tercera división y que tienen buenos futbolistas.

Asimismo, pensaban que si eran constantes y apretaban se iba a notar la diferencia, pero no ha sido así en ningún momento del partido.

El vasco ha manifesta do que, a pesar de jugar con suplentes y jóvenes del filial, siempre le interesa la Copa del Rey y sus jugadores esperan jugar en cada partido, por ello entrenan bien cada día. "Los que menos juegan tienen que aprovechar estas oportunidades mejor de lo que lo han hecho hoy", ha concluido.