Manita del Sevilla para despertar al Escobedo de su sueño
Jesús Navas dirigió un triunfo en el que los de Lopetegui se sobrepusieron al césped artificial y las exiguas dimensiones del Eusebio Arce.
El Sevilla solventó su visita al Eusebio Arce de Camargo imponiéndose al Escobedo a base de intensidad y velocidad. La superioridad de categoría, nivel y calidad de los de Lopetegui se plasmó desde el inicio y ni el césped artificial ni las exiguas medidas del terreno de juego sirvieron de excusa para los visitantes ni de argumento para los locales. Lopetegui decía en la previa que si a Nadal se le pone a jugar en una pista de pádel, tiene que jugar al pádel. Al Sevilla se le obligó a jugar a algo parecido al fútbol profesional y solventó la papeleta.
Gran parte de culpa de que el Sevilla no tuviera ningún problema la tuvo Jesús Navas. El campeón del mundo entró una y otra vez por su banda y los dos primeros goles, obra de De Jong y de Nolito, tuvieron su firma en el inicio de las jugadas. Si entre vídeos de autobombo y tés saudíes Luis Enrique tuvo tiempo de poner la televisión, debió tomar buena nota de quién debe ser el lateral derecho de la Selección en la Eurocopa, por mucho que la deficiente realización tampoco permitiera disfrutar demasiado del partido.
El Escobedo se había marchado al vestuario dos goles por debajo en el marcador, con Dalisson lesionado y con Bubu habiendo perdido un par de piezas dentales por un choque fortuito con Joan Jordán. Tocaba dar un paso hacia adelante y llegó en los primeros minutos del segundo tiempo, aprovechando que el Sevilla veía que el trabajo ya estaba hecho, que la pareja de centrales era circunstancial y que el nivel de la portería baja varios escalones cuando no es Vaclik quien la ocupa. Pero una bronca de Lopetegui bastó para despertar a la tropa y que Nolito condujera un contragolpe que acabó en la cabeza de Ocampos. Fuera un remate o fuera un centro lo del argentino, el balón acabó dentro de la portería del Escobedo.
El marcador quedaría redondeado con un gol de Franco Vázquez tras una buena falta de Jordán y con la enésima internada de Navas por banda, que acabó en un tanto de Óliver en el descuento. Goleada sevillista y a la siguiente ronda, para la que los de Nervión se piden, a ser posible, un escenario profesional.