El Real Madrid Castilla continúa perdonando y pagando en 2020
Se adelantó con gol de Pedro y debió golear, pero tras el descanso el Melilla remontó con tantos de Diana y Carrión. Gol mal anulado a Rodrigo en el 85’.
Año nuevo y viejos achaques para el Real Madrid Castilla, que sigue pecando de blandura y pagando las novatadas de la Segunda B. El filial de Raúl firmó una estupenda primera parte ante el Melilla en el Alfredo di Stéfano, se adelantó y pudo golear; debió hacerlo, pero perdonó una tras otra y el equipo norteafricano se rehizo en el descanso para equilibrar el juego y voltear el marcador. Una derrota que hunde al Castilla, le deja al borde del descenso a Tercera y supone el peor inicio posible a una semana especialmente exigente para el filial blanco; el miércoles espera en Vigo el Celta B (partido aplazado desde diciembre) y el domingo que viene, Las Rozas en Valdebebas.
Raúl confió para el once titular en la base del equipo que se impuso al Getafe B en el último partido de 2019 (3-0); el primer tiempo blanco justificó la apuesta, el Castilla dominó con balón, fue intensísimo sin él, se volcó por ambos costados y coleccionó una ristra de ocasiones. En una de ellas, un centro medido de Sergio López acabó en la cabeza del espigado Pedro, 197 centímetros; su remate fue inapelable. Por la izquierda Franchu lo buscó sin descanso; cuando no se le fue alto el tiro, se encontró con Oleaga. Y el propio Pedro tuvo el segundo con un zapatazo desde la frontal, alto por poco.
El Melilla, con el exmadridista Benja Garay (hermano del central del Valencia), fue un espectro antes del descanso y un equipo renovado tras el mismo. Con todo, Marvin pudo cerrar el choque tras la reanudación en un mano a mano que se marchó por un pelo. El Melilla elevó el bloque defensivo, comprimió el juego y lo alejó de su área y, sobre todo, fue certero cuando debió serlo. Apenas acumuló llegadas, pero cuando lo hizo encontró oro. Primero, con un cabezazo de Diana en un córner; y luego con un zapatazo de Carrión desde la frontal ante el que Altube pudo hacer mucho más.
Gol mal anulado en el 85'
Con 1-2, el Castilla mostró espíritu y debió empatar, pero 2020 no le ha traído ni oficio ni, de momento, fortuna. Reclamó dos penaltis, uno por agarrón a Pedro en el primer tiempo (muy leve) y otro por mano en una barrera del Melilla en los minutos finales (mucho más pitable). Sí fue impepinablemente perjudicado con la anulación de un gol de Rodrigo en el 85’; la acumulación de jugadores del Castilla despistó al juez de línea, que profundizó en la herida arbitral del filial blanco. Pedro disfrutó de dos buenas ocasiones en la prolongación y el partido acabó, como el del primer equipo en Valencia hace semanas, con Altube haciendo de Courtois y rematando (arriba) de cabeza un córner. Ni por esas.