El Barça empieza 2020 con el 'caso Vidal' abierto
Valverde recuperó este jueves al chileno, Messi y Luis Suárez. La situación del centrocampista se ha enrarecido por la denuncia presentada contra el Barça.
Se acabaron las fiestas. Es tiempo de trabajo en cualquier sector y también en el Barça. Después de dar descanso a sus jugadores para que pasasen la resaca de Nochevieja, Valverde se reencontró este jueves con su plantilla y recuperó a los últimos tres futbolistas que quedaban por incorporarse. Messi y Luis Suárez lo hicieron después de haber seguido el plan de trabajo indicado por los preparadores físicos y con la intención de jugar en Cornellà el sábado ante el Espanyol. El uruguayo, de hecho, no forzó la quinta amarilla en el último partido del año ante el Alavés, lo que permite sospechar que estará en el derbi.
El Txingurri también tuvo ya a sus órdenes a Arturo Vidal, protagonista en el tiempo de Navidad por la filtración de la denuncia que el chileno ha presentado contra el Barça por impagos y que habría sido desestimada según adelantó SER Catalunya. Vidal, que se ha dejado ver estos días en Chile en algún partido benéfico; en las pachangas de su club social, el Rodelindo Román; y especialmente, cuidando caballos en su finca, ha asegurado que hablaría a su llegada a España. Pero ya advirtió que, si se le debe ese dinero, lo justo sería que el Barça se lo abonase. El ex jugador de Juventus y Bayern reclama 2,4 millones de euros en concepto de bonus en premios. El Barça cree completamente injustificada la demanda, pero el cisma ya se ha creado.
Es el primer incendio de 2020 que le tocará apagar a Valverde, especialista a la materia desde que firmó su contrato en las oficinas del Camp Nou en junio de 2017. Al contrario que la directiva, que no ve con malos ojos una posible salida del jugador, el Txingurri quiere que Vidal siga. Independientemente de la denuncia del jugador, la marcha de Aleñá y el dudosísimo estado físico de Arthur convierten al chileno en un elemento importante que además tiene gol, valor que está muy cotizado en el centro del campo. Busquets, De Jong y este último Rakitic no lo tienen como una de sus mejores cualidades.
Lo que sí quiere Valverde es que la situación se resuelva cuanto antes. Alargar el caso Vidal en unas semanas en las que el Barça no puede permitirse un solo error en LaLiga, y se juega el primer título del año en la Supercopa de España de Arabia, sería un mal plan. Por eso no es descartable que Vidal aparezca ante la prensa después del partido ante el Espanyol para zanjar el asunto. Eso, si la solución es que se quede. De lo contrario, el tema sí podría enquistarse porque al jugador le queda año y medio de contrato y el Barça pediría un dinero por el traspaso. Para Vidal, el siguiente puede ser su último gran contrato. Por eso no se le ve demasiado incómodo con la situación enrarecida que se ha creado. Tampoco a la directiva, que estaría feliz de liberarse de una ficha altísima. Pero en medio de todo está Valverde, al que la afición le anda pidiendo el triplete mientras él va perdiendo jugadores o, simplemente, tiene otros que se vendieron como estrellas y que se pasan el día en la enfermería.