Igor Angulo, dispuesto a perder dinero para seguir en Zabrze

La victoria por 3-0 frente al Jagiellonia dio al Górnik Zabrze mucho aire de cara a la segunda parte de la temporada, la cual no arrancará hasta el próximo mes de febrero. El español Igor Angulo marcó dos goles y su nombre está ahora de moda en Polonia. No solo porque haya resucitado a un equipo que hasta hace tan solo unas jornadas enlazaba 100 días sin ganar en la Ekstraklasa; también porque acaba contrato en junio y, si no renueva, será libre para negociar con otros clubes a partir del próximo mes de enero. 

Salir de Zabrze, sin embargo, no entra en los planes de Igor Angulo. El delantero bilbaíno de 35 años quiere continuar en un Górnik al que llegó en 2016 y donde se ha convertido en todo un ídolo. Acumula 80 goles con la camiseta tricolor y su objetivo continúa siendo alcanzar las 100 dianas, tal y como desveló en una entrevista concedida a diario AS después de convertirse en centenario: “Me siento fuerte y con confianza para seguir jugando y marcando. Quiero llegar a los 100 goles, volver a jugar en Europa y seguir sintiéndome importante”, dijo. 

Importante es. Y mucho. Portando el brazalete de capitán, Igor Angulo ya ha marcado nueve goles en la Ekstraklasa, o lo que es lo mismo, el 40% de los tantos de un Górnik que es 12º y sobrevive en la tabla gracias al acierto de sus delanteros españoles -Angulo y Jesús Jiménez han marcado el 70% de los goles del equipo en liga-. El ariete formado en Lezama cuenta con una oferta de renovación encima de la mesa, la cual rechazará porque no se adapta a sus pretensiones: quiere dos años más y el club solo le ofrece uno. 

De no llegar a un acuerdo, Igor Angulo comenzará a escuchar el próximo mes de enero todas y cada una de las ofertas que le han llegado en las últimas semanas. Las mejores han arribado a Roosevelt procedentes de Turquía, desde donde la edad del delantero español no se entiende como un problema. El salario que le ofrecen, además, es mejor, pero Angulo prefiere continuar en Zabrze y esperará al Górnik hasta el último momento. “Es el mejor club en el que he estado”, ha desvelado el vasco en más de una ocasión. Club y jugador, condenados a entenderse.