El Almería se estrella ante una brillante Ponferradina
Primera derrota de José María Gutiérrez como técnico rojiblanco. Los visitantes remontaron el gol de Darwin Núñez con goles de Nacho Gil, Manzanara y Yuri.
Se estrelló el Almería ante la Ponferradina. El Cádiz le brindó la posibilidad de acercarse al liderato con su tropiezo ante el Numancia, pero el equipo de José María Gutiérrez desperdició la oportunidad con un partido horroroso a nivel defensivo. La Ponferradina tiró de oficio y de fe, sumó su tercera victoria en una semana (dos en Liga y una en Copa) y endosó a Guti su primera derrota como técnico rojiblanco.
Tiene la virtud el Almería de mostrarse como un equipo incisivo y capaz de someter a cualquier rival cuando juega sin ataduras. Y así lo hizo hasta que Darwin Núñez abrió el marcador. La importancia del ariete uruguayo en este Almería aumenta cada partido. Brilla más con un compañero de ataque y la presencia de Juan Muñoz le otorga más libertad y reparte entre ambos el grado de vigilancia de las defensas rivales. El charrúa aprovecha esas circunstancias a la perfección. Ante la Ponferradina dio de nuevo muestras de su potencial fabricando en solitario el 1-0. Convirtió en oro un balón largo de Owona. Controló, ganó la pugna a Russo y sacó el penalti al meta Caro. Él mismo se cobró el premio desde los 11 metros.
El gol, lejos de asentar al equipo de José María Gutiérrez, le amilanó. El Almería empezó a sestear, perdió de vista la portería berciana y la Ponferradina se lanzó a por el empate. Guti ya ha hecho pública la endeblez defensiva de su equipo. Y frente a la Ponferradina volvió a quedar de manifiesto esta carencia. Las acciones de estrategia se convirtieron en una pesadilla para el cuadro local, que tras el 1-0 no volvió a disponer de una ocasión de gol hasta que no se vio con el marcador en contra.
Primero fue Caxe el que obligó a Fernando a realizar una gran parada tras un soberbio cabezazo. Luego fue Pablo Trigueros quien mandó al limbo de forma inexplicable un balón que quedó suelto en el área pequeña del Almería. El descanso sirvió al equipo de Bolo para afinar su puntería. La candidez defensiva del Almería salió de nuevo a relucir tras un saque de banda muy mal defendido. Jonathan despejó de forma horrible el balón, que tocó en Petrovic y se le quedó propicio a Nacho Gil para igualar el partido (1-1, minuto 56).
Cuatro minutos después continuó el vendaval de la Ponferradina. Son puso una falta lateral en el segundo palo y allí, libre de marca, envió con la zurda el balón al fondo de la red. Pero el despropósito defensivo de los rojiblancos no acabó ahí. Petrovic se fue al suelo demasiado fácil en una pugna con Yuri, el árbitro dejó seguir y el goleador del conjunto berciano retrató a Owona, al que primero desbordó con su cambio de ritmo y después acabó sacándole un ingenuo penalti cuando la pelota se perdía por la línea de fondo. Yuri ejecutó, Fernando paró el penalti, pero el goleador visitante no perdonó en el rechace.
Con 1-3 y todo perdido, el Almería volvió a ser el Almería. El de Gutiérrez es un equipo mucho más peligroso cuando no especula. Cuando se muestra decidido y ambicioso. Minutos antes del 1-3 Darwin obligó a Caro a hacer un paradón y ya con 1-3 Juan Muñoz aprovechó un exquisito pase de Aguza para ponerle emoción al tramo final del encuentro. Con 2-3 marcó Martos, pero lo hizo en fuera de juego. Ahí murieron las opciones de un Almería que se está mostrando demasiado vulnerable en los últimos partidos. La Ponferradina se ha ganado el derecho a disfrutar de una plácida y feliz Navidad.