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RACING 1 - OVIEDO 1

Las carencias de Racing y Oviedo les llevan al empate

Los asturianos jugaron durante casi media hora con un hombre menos por la expulsión de Tejero. Nieto y Figueras fueron los goleadores.

Actualizado a

Es muy difícil suponer que dos equipos que llevan en los puestos bajos de la tabla toda la primera vuelta están ahí por casualidad. El partido de ayer lo demostró. Están ahí por deméritos propios. Son equipos, el Racing y el Oviedo, inestables, incapaces de certificar con goles su dominio y a los que el primer golpe en el mentón les deja groguis.

El partido empezó igualado, con el Racing teniendo la pelota y el Oviedo buscando rápido la espalda de Buñuel y Moi, que están en caída libre, para tratar de cazar a la contra. Lo consiguieron en una pérdida de Sergio, un gran pase de Ortuño (lo único que hizo en el partido) al espacio que Nieto mandó a la caja tras abusar de Moi. 0-1 y el Racing a la lona. Desde ese instante y hasta el descanso, el Real Oviedo jugó a placer, pero sin instinto asesino. Perdonó al Racing, que daba pena. Los verdiblancos, que juegan sin delantero, ponga Cristóbal al que ponga, con unos pasillos laterales que son un coladero y que ayer no se pudo agarrar a su línea de tres cuartos, quisieron, dejaron detalles, pero les faltó un punto. A los tres, Yoda, Cejudo y Enzo. Menos mal que ayer el cuadro de seguridad, los dos centrales y los dos pivotes se agarraron al partido.

El gol, de un gran cabezazo de Figueras tras saque de esquina, insufló aire a los locales. Expulsión. El Racing salió ligeramente menos mal en la segunda mitad, pero lo que inclinó totalmente el partido fue una expulsión de VAR, justísima, a Tejera por clavar los tacos en el tobillo de Mario Ortiz. Los de Rozada entraron en pánico, El Sardinero rugió y las llegadas eran constantes hacia el área azul. Entraron Jon Ander y Barral, pero siguió faltando remate. Sergio Ruiz en dos ocasiones y Nico Hidalgo, en una clarísima, perdonaron. El Racing murió en la orilla, pero lo hizo en el 80’. Le faltó gasolina y se echó de menos a Cejudo. La última jugada, un choque entre Alexis e Ibra en el área hizo entrar en combustión a Javi Rozada, que saltó al campo a protestar un posible penalti. Le agarraron sus jugadores. Pareció un choque fortuito.