El Granada necesita una prórroga para ganar a L’Hospitalet
Los ribereños, que se pusieron 2-0 en el marcador, jugaron con diez futbolistas desde el minuto 50 por la roja a Parera. Ramos, con un doblete, y Soldado remontaron el duelo.
El Granada sigue adelante en la Copa del Rey. Pero lo hace con susto y dejando atrás a un L’Hospitalet respondón y que durante 45 minutos soñó con la gesta. El problema es que el encuentro, que precisó de una prórroga, se le hizo excesivamente largo y Ramos, con un doblete, y Soldado dieron la vuelta a un 2-0.
L’Hospitalet, que juega en Tercera, puede estar realmente orgulloso de lo realizado porque en la primera mitad atemorizó al Granada y le colocó contra las cuerdas gracias a los tantos de Ton Ripoll y Diego. Los ribereños, un equipo sacrificado, compacto en defensa y con multitud de variaciones tácticas que le permitían salir bien y rápido a la contra, estaba pasando por encima del conjunto de un Diego Martínez que no resucitó hasta la segunda mitad. Tampoco le ayudó la lesión de Yangel Herrera (sufrió un tirón muscular en la pierna izquierda). Pero si en tu equipo cuentas con jugadores en ataque como Ramos, Soldado, Puertas y Machís acabas derribando el muro. Y así sucedió.
El inicio de la segunda parte del Granada fue fulgurante y no tardó en meterse de pleno en el partido gracias al penalti transformado por Ramos. Además, L’Hospitalet se quedó con un jugador menos porque Parera, que vio una amarilla por protestar en el descanso, vio la segunda en la acción de la pena máxima. Con el 2-1, el cansancio se apoderó de los ribereños y eso lo aprovechó el Granada para ganar terreno y colgar del palo al rival. Las ocasiones se sucedieron y tras serios avisos de Puertas, Soldado puso, en el 80’, el empate en el marcador.
El punta pudo sellar la remontada en el 86’, pero Aliaga evitó que el balón traspasara la línea de gol por completo tras pasearse por su portería. Los últimos minutos fueron un castigo para un L’Hospitalet que no aguantaba más. Sus jugadores caían al suelo con calambres y problemas musculares y la situación era insostenible. De esta manera se llegó a la prórroga y, después de que, durante el descanso, el colegiado ofreciera un festival mostrando tarjetas a mansalva con facilidad y ligereza a los miembros del cuerpo técnico y jugadores de L’Hospitalet (acabaron desquiciados con sus decisiones), el Granada remontó. Ramos firmó su segundo tanto (perdonó el hat-trick) y acabó por aupar al equipo nazarí.