YOUTH LEAGUE | ATLÉTICO 3 - LOKOMOTIV 0
Quintana, Tenas y Soto resuelven el trámite para el Atlético
El extremo abrió el marcador de penalti y asistió a Soto en el tercero. Tenas se estrenó con un gran cabezazo. Baraboshkin fue expulsado en el descanso.
El Atlético saltó al terreno de juego de Alcalá en busca de ir ganando confianza y seguridad para afrontar una eliminatoria a vida o muerte que le permita estar en los octavos de la Youth League. Con la segunda plaza del grupo D asegurada y sin opciones de ser primero, ese liderato que se escapó en Turín y aseguraba el pase a octavos sin necesidad de partido intermedio, Carlos González dio minutos a jugadores menos habituales ante un Lokomotiv que tampoco optaba a nada.
Sin Riquelme, Valera ni Cédric arriba, el Atlético tuvo en Castro, Soriano, Nando Gutiérrez y Salido sus principales bazas ofensivas de inicio. En la portería Álex Fernández gozaba de su primera oportunidad en el lugar de Saldaña. El partido se inició carente de ritmo, con dos equipos que afrontaban un trámite aunque con las claras intenciones rojiblancas de adelantarse en el marcador. El Atlético se vio obligado a olvidar el trágico final de partido contra la Juventus, donde adelantarse con el gol de Salido abría todas las opciones de ser primeros, pero el empate del español Pablo Moreno en el minuto 78 y el cabezazo de Gozzi en el último instante del descuento dejó una última jornada con todo decidido.
El Atlético dominó durante la primera parte donde los minutos corrían con muy pocas ocasiones ante la acumulación de jugadores del Lokomotiv sobre su área. Salido pidió penalti por una acción dudosa en el área, sin quedar claro si el defensor tocaba antes el balón o al '9' colchonero. La llegada hasta tres cuartos era fácil, pero luego la escasez del último pase llevó al equipo a acabar probando disparos lejanos, donde Kasyanenko no tuvo problemas en detenerlos con seguridad. Mientras, atrás los fijos Lama y Marco Moreno mantenían a raya las intentonas rusas.
Expulsión en el descanso
Sin embargo el partido dio un vuelco una vez el colegiado ya había señalizado el descanso. Una discusión entre Medrano y Baraboshkin de camino al túnel de vestuarios acabó con una amarilla para cada uno, en el caso del ruso su segunda por la que fue expulsado. Ferreras era el primero en buscar el gol en el inicio de la segunda mitad con un disparo lejano cercano al palo. Carlos González no tardó en mover el banquillo con la entrada de Rojas y Quintana en el minuto 55 y Tenas y Navarro siete minutos después. El propio Rojas tuvo la siguiente del Atlético con un disparo cruzado tras haberse marchado por banda, pero de nuevo apareció el portero ruso.
La superioridad numérica no cambió el guión del partido, con facilidad para llegar a tres cuartos del ataque pero la imposibilidad de tirar la última línea. Hasta el minuto 71, cuando el Atleti robó, salió por la banda izquierda, por donde Medrano y Quintana ya estaban volcando el partido y en el recorte del extremo en el área se lo comió el capitán Petukhov para cometer penalti. El propio Quintana engañó a Kasyanenko para romper el marcador.
Poco después, el recién entrado Gonzalo Camello (hermano del delantero Sergio) ponía su primer centro a la cabeza de Tenas, que remataba con un fantástico testarazo a la red rusa. Una sentencia que llegaba cuando el Lokomotiv empezaba a romperse atrás con un Atlético donde fueron determinantes los cambios. Los dos primeros goleadores y el asistente Camello salidos desde el banquillo. Quintana, que se estaba gustando tirando caños y recursos técnicos, estuvo a punto de marcar un gol olímpico, pero Kasyanenko estuvo atento para meter la mano y evitar el gol de córner directo. En la siguiente llegada por banda sí optó por un centro, medido a la cabeza de Soto para que llegando desde atrás hiciese el tercer tanto con otro buen cabezazo.
Una dosis de confianza para el Atlético, que una vez consiguió abrir el melón vio como los goles fueron llegando con fluidez teniendo en Quintana su jugador más desequilibrante. Un futbolista que al igual que Rojas y Tenas ayudó desde el banquillo a dar un nuevo aire al equipo rojiblanco. La expulsión de Baraboshkin en el descanso fue determinante para resquebrajar la defensa muy cerrada de los rusos, que ni se asomaron a la meta de Álex Fernández.