Las claves para el despegue del Betis de Rubi
Los 13 puntos de 18 posibles ‘resucitan’ al técnico verdiblanco. La mejoría en la consistencia y la aparición de las figuras dan un impuso al proyecto.
El Betis sumó ante el Athletic su tercera victoria consecutiva y con ello se alejó algo más de la zona de peligro por la que se paseó durante todo el inicio de campaña. Lejos de cumplir las expectativas, el proyecto de Rubi arrancó con dudas y malos resultados, los que casi condenan su presencia en el banquillo de forma precipitada antes de que las circunstancias salvaran su figura. Ahora, el técnico toma aire y reinicia su particular batalla por pelear por un sitio en Europa en esta Liga.
Sistema de juego
Rubi decidió cambiar la fórmula de su juego tras funcionar su apuesta durante el inicio de Liga. Los jugadores también tuvieron peso en esta decisión y la aparición de un pivote improvisado salió a escena. Ni William Carvalho, ahora lesionado, ni Javi García, lograron ejecutar con acierto un rol que ahora se volvió polivalente. El técnico tiene en Bartra o en el canterano Edgar a una pieza que coloca como tercer central o como pivote de forma cambiante durante el duelo. Así ganó consistencia su sistema y los futbolistas encontraron más libertad y menos riesgos para desplegar su juego.
Protagonismo en las dos bandas
Ya hubo un gran protagonismo de las bandas en este Betis de Rubi antes de la mejoría colectiva, pero ahora perfeccionó la importancia de sus costados bajo el renovado sistema de juego. Gracias a la presencia de ese pivote/central, los laterales se convierten en carrileros cuando el equipo construye juego al tiempo que hay mayor equilibrio con tres piezas en la zaga. Emerson y Álex Moreno reflejan sus mejores versiones. Ante el Athletic, asistieron a Joaquín en los dos primeros goles y no cesaron de llegar al campo rival. Se trata, eso sí, de una verticalidad más controlada que a inicios de campaña.
Fútbol más incisivo en los espacios
El Betis dio una lección de cómo ejecutar contragolpes frente al Athletic. Pero esta brillantez no es casualidad. Este equipo ya dañaba más a la contra que en construcciones lentas y ahora Rubi encontró más argumentos para incidir en esta verticalidad. Joaquín, Fekir o Canales dieron un salto cualitativo en las últimas jornadas para ser decisivos en el equipo bético y dar puntos. El técnico espera aún a más figuras: ya dio tiempo de juego a Diego Lainez y quiere que Borja Iglesias se tope con la pegada que dejó atrás y que le entregó la titularidad al acertado Loren.
Un sistema de presión renovado
El equipo verdiblanco arriesgaba mucho al inicio de Liga en algunas salidas en presión, pero es ahora cuando ejecuta con más acierto esa tarea. Ocurrió en Mallorca, ante el Valencia y frente al Athletic. Las recuperaciones son más numerosas y ello posibilita que el equipo lance contragolpes y tenga más posesión que al inicio de Liga. El bloque está más compacto sobre el césped y no existen ya esas distancias entre líneas que tanto daño motivaron hace meses. Guardado, convertido en referencia de la medular en tareas de presión, firmó ante el Athletic su mejor versión de esta campaña.
Números para la esperanza
Ninguna mejoría se sostiene sin números y éstos ya aparecen en Heliópolis. El equipo suma trece puntos de 18 posibles y enlaza tres jornadas seguidas ganando. No lograba esa racha desde el 2018 y ello varía ya las metas de nuevo: el único objetivo posible de este proyecto es el de conquistar una plaza europea aunque Rubi avise que no sería ningún fracaso no conseguirla. El equipo bético había sumado sólo 9 puntos en las primeras diez jornadas. La zona europea se encuentra ahora a cuatro de distancia.
Cuarto mejor equipo en casa
El Betis trata de convertir el Benito Villamarín en su mejor aliado. Ya es el cuarto equipo de LaLiga que más puntos ha conseguido en casa, aunque haya disputado nueve duelos en total, algo que casi ninguno de los restantes equipos ha firmado. Sus 17 puntos en Heliópolis consolidan la apuesta de Rubi, que volvió al punto de partida tras uno de los peores inicios de la historia. Ahora, las cifras incluso amenazan a las de cursos precedentes: el equipo bético sólo sumó 29 puntos como local en toda la temporada pasada.