El Leganés recupera la mejor versión de Rubén Pérez
El retorno y buen juego del medio centro es una de las pocas buenas noticias en los últimos partidos. Tras dos meses lesionado, ha completado dos buenos encuentros.
Su ausencia se dejó notar en un tramo importante del inicio de curso. Y aunque con su regreso el Leganés no ha enderezado el rumbo, las sensaciones son distintas. Rubén Pérez ha vuelto a la medular pepinera tras casi dos meses de baja para lucir su mejor versión, ésa que acaudilla la franja ancha blanquiazul para crear y destruir. Para ser ancla y timón de un equipo en este conjunto famélico de buenas noticias. Su vuelta es una de ellas.
Contra el Sevilla, en su tierra y ante su gente (un buen número de familiares lo vieron desde la grada baja del Sánchez-Pizjuán) completó un buen encuentro de personalidad con reflejo en las estadísticas. Fue, por ejemplo, el pepinero que más pases dio (52) y el que mejor efectividad tuvo (90,4%). También destacó en el apartado defensivo, con dos entradas, una intercepción y dos despejes. Hasta ahí los números. Luego las sensaciones.
Líder en el césped
Las sensaciones vislumbran un líder sobre el césped, encorajinado ante un rival grande en fútbol ante el que el astigitano no se arrugó, más al contrario. Valentía que se contagia y que nutre a los suyos de ánimos en la lucha. No es de extrañar que precisamente ante Sevilla y Barça, con él sobre el césped, la imagen haya mejorado notablemente. Frente a los culés, por cierto, inició la acción del golazo de En Nesyri. Templó en la medular frente a la presión culé y filtró el pase que Roque Mesa convirtió en asistencia para el marroquí.
Fue el duelo ante los culés el de su retorno tras dos meses. Una vuelta que ya estaba lista dos semanas antes. Pero el parón por selecciones le impidió jugar en ese momento y le dejó casi dejó días de pretemporada para coger un buen tono físico que quizá había perdido en los duelos anteriores a la lesión, cuando se le notó más nervioso de lo habitual. Más inseguro de lo que es costumbre en el tercer capitán del Leganés.
Con él sobre el campo y los retornos de Rivera y Roque Mesa, las opciones en la medular se multiplican para un Javier Aguirre que lo conoce muy bien. De hecho, le hizo debutar en Primera con el Atlético de Madrid. “Era un crío y ahora es todo un hombre”, bromeó el mexicano en su puesta de largo. Su retorno es oxígeno para él y para los suyos. Una de las pocas buenas noticias que se intuye en el horizonte de este Leganés hundido en el farolillo rojo.