lsak, el ‘Ibra negro’ que pudo jugar en el Madrid
El Internacional sueco está de actualidad por los gritos racistas que sufrió en Rumania con su selección. El Madrid tanteó su fichaje el verano de 2017.
Alexander Isak (Solna, Suecia, 21-9-1990) podría estar ahora jugando ahora mismo la Champions League con el Borussia Dotmund. Pero quería cumplir su sueño de jugar en la Liga Española y la Real Sociedad era una buena oportunidad. Lo podía haber hecho en el mercado de invierno de 2017. Entonces, su fichaje por el Real Madrid sonó con muchísima fuerza. Pocos saben que, incluso, se desplazó hasta la capital de España para visitar las instalaciones de entrenamiento de Valdebebas y firmar un contrato largo. Algo pasó, algo que sólo él sabe; pero su fichaje nunca llegó a concretarse. A cambio se fue al fútbol alemán. El Dortmund pagó 9 millones de euros por un jugador de sólo 17 años.
Era una de las más firmes promesas del fútbol europeo. Un delantero con unas condiciones especiales. Es muy alto (mide casi 2 metros), pero no va bien de cabeza. A cambio tiene una velocidad endiablada. Es como un rayo. Y así ha transcurrido su vida. A toda velocidad. En 2016 se convirtió en ‘Jugador Revelación’ de la liga sueca con el AIK Solna, y entró en la historia de Suecia al ser el jugador más joven en marcar con la selección absoluta sueca. Tanta precocidad ha acaparado titulares y por su alta estatura se le empezó a comparar con Zlatan Ibrahimovic. El ‘Ibra negro’ le llaman en su país, aunque su estilo de juego poco tenga que ver con el polémico ex jugador del Barcelona.
Su carrera parecía estancarse en Alemania, pero despegó en Holanda, con el Willem II. De estar en la agenda de clubes como el Chelsea, Juventud y Bayern Munich, pasaba a marcar goles para un modesto club de la liga holandesa. Lo cierto es que despegó. El Dortmund lo quería recuperar para quedárselo, pero el sueco no se fiaba y quería cambiar de aires. Apareció la Real Sociedad en su camino y no se lo pensó mucho. Atraído por la apuesta donostiarra por la juventud, Isak llegó a Donostia a cambio de 6,5 millones. Era el complemento perfecto para que Willian José tuviera competencia arriba. ¡Y vaya si la tiene! Suplente de lujo del brasileño, ya ha marcado dos goles y siempre que sale deja detalles de su calidad. Es un delantero más que válido. Un jugador que ha tenido que sufrir la peor cara del deporte, la de los insultos homófobos y racistas. Ocurrió con su selección en Rumania. El árbitro, incluso, le preguntó si quería que parase el partido. Siguió jugando. Su carácter tranquilo y su fortaleza mental hicieron el resto. No era la primera vez que le ocurría, lamentablemente. Por eso, ha protagonizado el anuncio de su selección pidiendo respeto. Es lo que se intentará ganar en su primera visita al Santiago Bernabéu, la que hace dos años pudo haberse convertido en su casa.
