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ESPANYOL

Machín ya sufrió un escándalo con Gil Manzano y el VAR

El técnico, frustrado ahora por el Atlético-Espanyol, se vio perjudicado en el Betis-Sevilla del curso pasado. “Para esto, mejor arbitrar en el Bar y con unas cañas”, espetó.

Actualizado a
Gil Manzano revisa el VAR, ante la tensa espera de Machín.
PEPE ANDRESDIARIO AS

De maneras muy dispares afronta el Espanyol lo que a todas luces le supone una frustración añadida a sus ya de por sí arduos problemas para sumar puntos en esta Liga. Las controvertidas decisiones de Jesús Gil Manzano y el VAR en la derrota de este domingo ante el Atlético de Madrid, escaman a una plantilla que mostró su profundo malestar en boca de uno de sus capitanes, David López, enervan a un club que así lo expresa públicamente y representan todo un ‘déjà vu’ para Pablo Machín, quien se mordió la lengua en la sala de prensa del Wanda Metropolitano.

“Lo que no tenga que ver conmigo creo que iría en mi contra y vosotros podéis analizar y ver, son situaciones muy al límite y normalmente a perro flaco todo son pulgas”, sorteó con cierta diplomacia el entrenador, a la pregunta sobre el videoarbitraje y su incidencia en el 3-1 final. Primero, se dio por bueno el 1-1 que partía de un posible fuera de juego de Álvaro Morata, sin mostrar siquiera a los espectadores las líneas que demostrasen tal hipótesis. Después, acertó Gil Manzano al revisar personalmente un inexistente penalti de David López sobre Felipe Augusto, ya que primero era el brasileño quien agarraba al perico, y eso sin contar que podía partir de un fuera de juego. Finalmente, y eso hizo explotar a los pericos, anuló el árbitro un gol de David López, en el 84’, que hubiera supuesto un 2-2 valiosísimo en ese instante, por un presunto contacto con Koke Resurrección que el VAR ni siquiera revisó.

Curiosamente, y de ahí quizá la sutileza de Machín, Gil Manzano fue el árbitro que perjudicó al soriano en el Betis-Sevilla de la temporada pasada. Entonces, mostró la segunda amarilla a Roque Mesa por un presunto golpe al experico Pau López, cuando en realidad fue el portero quien había agredido al sevillista. “Se supone que el VAR iba a hacer un bien al fútbol, pero hoy estamos enormemente defraudados”, reconoció, para añadir que “con la tecnología no pueden expulsar a un futbolista en una acción que era penalti y expulsión del portero. Para eso, mejor arbitrar en el Bar, con B, y tomando unas cañas”, remachó.

Aquellas declaraciones del 2 de septiembre de 2018 no le acarrearon sanción porque el Comité Técnico de Árbitros no denunció a Machín, de modo que Competición no entró de oficio. Apenas unas semanas después, el 19 de septiembre, el técnico se volvía a quejar de que el VAR estaba “en un proceso de pruebas con la mala fortuna de que hemos sido el conejillo de indias”.

La plantilla y el club se cuadran

Pero este domingo, en el Wanda, quien se expresó alto y claro fue David, al comentar con tanta ironía como amargura: “Creo que el Atlético lo ha hecho muy bien porque después del partido del Sevilla hizo una campaña contra el VAR espectacular y creo que les ha dado efecto. Parece que ahora lo tenemos que hacer ahora para que así sea”.

En ese sentido, solo unos minutos después, la crónica oficial del Espanyol en su sitio web destacaba la acción “confusa” del 1-1, “que el VAR tampoco aclaró especialmente”. Por si ese guiño no era suficiente, el club aprovechaba ya de madrugada unas declaraciones de su portavoz institucional, Joan Capdevila (“estamos un poco cabreados, no con el VAR sino con el criterio que se utiliza”, lamentó en Cope), para tuitear desacomplejadamente: “Siempre a favor del avance tecnológico en el mundo del fútbol. En lo que no podemos estar de acuerdo es en la diferencia de criterios en el uso del VAR”.

Se cerró así un círculo interno que, a efectos de frustración, solo se apagará si el Espanyol vuelve en los próximos partidos a sentirse respetado por los colegiados y el videoarbitraje.