El Espanyol, a dieciseisavos con una histórica goleada

Definitivamente, para el Espanyol cada partido en Europa es como un regreso a la infancia. A los lugares, aromas y recuerdos de cuando se era feliz sin ambages. Sin preocupaciones familiares o laborales, ni noches de insomnio, ni facturas por pagar. Es la absoluta antítesis de su alarmante recorrido por LaLiga, la vida de adulto. Y, en la antesala de una entrevista de trabajo tan dura como la del domingo ante el Atlético de Madrid en el Metropolitano, se dieron los pericos un homenaje, de parque, columpios y chapoteo sobre charcos embarrados, ante un Ludogorets que hace dos semanas se presentaba como un ogro y que los de Machín estrujaron como a un muñeco de plastilina para, con permiso de un Ferencvaros que empató a cero ante el CSKA de Moscú, acceder ya matemáticamente a los dieciseisavos de final de esta, por ahora, idílica Europa League.

Que la visita del Ludogorets a Cornellà pareciera un juego de niños tiene su explicación. Los cuatro minutos que tardó en abrir la lata el único futbolista que se ha afianzado en el primer equipo del Espanyol pasando por todas las categorías, desde la Escola. Un Melendo al que hasta ahora Machín apenas había recurrido, pero que llamó a la puerta, quemó el timbre y la tumbó. Otro canterano de los de toda una vida blanquiazul, Lluís López, sentenció el choque cuando solo se habían disputado 19 minutos, en su estreno goleador como profesional. Y, en ambos goles, Granero como asistente.

Para entonces, ya había sido expulsado Forster por impedir acercarse al gol a Campuzano, otro jugador formado en Sant Adrià. Como Pol Lozano, que también se reivindicó. Y con nueve se quedó el Ludogorets a los 34’ por una mano del desmesurado Goralski que Vargas convirtió, de penalti, en el 3-0. De no ser por Iliev, la goleada de los pericos ante las águilas pasa a la historia de la ornitología. Incluso Keseru, la gran amenaza, fue sustituido por impotencia en el 39’.

Y todo ello, con el denominado plan B de Machín, que a estas alturas ya no merece tal apelativo, pues su eficacia en Europa es inversamente proporcional al errático deambular de los teóricos titulares por LaLiga, eso sí, con rivales infinitamente superiores al Ludogorets.

Para seguir con el festival, entre Melendo y Campuzano se fabricaron el cuarto gol, en que el delantero encadenó su tercer encuentro europeo marcando. Con el Ludogorets vencidísimo, irrumpieron de refresco Pedrosa de refresco para ejecutar el 5-0 y Ferreyra para reforzar su maltrecha autoestima goleadora y completar el set en blanco que supone la más amplia victoria del Espanyol en Europa, en Cornellà-El Prat y que aumenta hasta 25 los encuentros invicto en competiciones continentales. Allí donde el equipo es feliz. Su recreo, ante la oficina que es LaLiga.

Machín: "Fue el partido más plácido de mi carrera"

¿Con qué se queda del partido?

"Te puedes quedar con muchas cosas, trato de sacar lo positivo. Sobre todo en los momentos malos. Hoy que es todo lo contrario también hay que analizar el partido y pensar que ha habido algunas cosas que podemos hacer mejor. Sinceramente, muy pocas. Con este partido hemos roto el maleficio de jugar en casa. Los futbolistas lo que querían era dar una alegría lo más grande posible a la afición. Creo que habíamos hecho méritos, pero las victorias son lo que nos gustan a todos. El partido fue el más plácido que he tenido en mi carrera. Salimos con el convencimiento de marcar en los primeros minutos. La expulsión la buscamos también. El equipo fue profesional y siguió insistiendo".

¿Será Campuzano titular ante el Atlético?

"Tienen opciones todos. Es cierto que Campu, dentro de lo que tenemos, es el jugador que más en racha está. Cada vez que tiene oportunidad demuestra su olfato. Pero Ferreyra también marcó un gol de calidad".

¿Qué le pareció Vargas por la izquierda?

"Probablemente él se siente más cómodo. Tiene buen golpeo desde ese perfil. Lo que trato es de hacer lo mejor para el equipo. Jugaba con Melendo que rinde mejor en el otro perfil".

¿Cómo valora la actuación de Melendo?

"Como entrenador tengo la obligación de contar con todos. Esta competición se dice que puede lastrar, pero también tengo una ventaja que es que puedo dar minutos a más futbolistas. Tenemos una plantilla larga, mi trabajo es optimizarla".

¿Hubiese preferido un partido más competido?

"Por mi salud no, el fútbol viene como viene. Fue el partido soñado. Te lo firmo en cualquier sitio. Si queremos rizar el rizo hubiésemos visto a los futbolistas más reales si hubiésemos competido ante once. Pero no cambio esa hipótesis por lo que ha sucedido. El equipo mostró ambición y capacidad desde el primer minuto. Me voy satisfecho sin lanzar las campanas al vuelo".

¿Está Calero ya para jugar al cien por cien?

"Ha jugado 90 minutos, pero sin mucha exigencia. Puede estar ya para 90 minutos".

¿Esta victoria sirve para la Liga?

"Nunca se sabe. Una de las formas de aumentar tu moral es con victorias. Si vienen con muchos goles mejor. Somos el mismo equipo pero la exigencia del Wanda no va a tener nada que ver. Tenemos la mala suerte de la mala dinámica que lleva el Atlético. Para nosotros ya querríamos esas malas rachas".

¿Está el deber cumplido o buscarán la primera plaza del grupo?

"Nuestra obligación es pelear por clasificarnos primeros. Supone prestigio y dinero. Queremos ser ambiciosos. A parte tendríamos en teoría un rival más sencillo".

¿Fue el partido más plácido de su carrera?

"Que yo recuerde creo que sí, se nos puso muy de cara. No recuerdo concretamente si he jugado contra ocho alguna vez, pero seguro que desde tan pronto no lo he hecho. Es un partido que viene bien para la salud del entrenador".