Machín calca el comienzo de Pochettino en la 2008-09
Gallego y Flores fueron los mejores revulsivos de la última época, y solamente hubo tres casos de técnicos que fracasaron en el intento de hacer reaccionar al equipo: Miera, Moya y Mané.
El comienzo de Pablo Machín en el banquillo del Espanyol no ha sido el más esperanzador en cuanto a resultados, dejando a un lado la victoria ante el Ludogorets en la tercera jornada de la fase de grupos de la Europa League. Los blanquiazules han sumado una victoria y tres derrotas, una media de tres puntos de 12 posibles, una carencia que le aboca a la penúltima posición de LaLiga y a seguir peleando por salir de esa zona. Con esta media, el Espanyol no se salva.
Nunca fueron fáciles los inicios de los entrenadores cuando se hacen cargo con la temporada empezada. La trayectoria de Machín es idéntica a la de Mauricio Pochettino cuando asumió el banquillo en la campaña 2008-09, con LaLiga más avanzada (cogió al equipo en la jornada 19) y la situación aún más delicada. El hispanoargentino también sumó tres puntos en los primeros cuatro encuentros, en esta ocasión, tres empates.
La tendencia a empatar, a empezar a construir la remontada y las buenas dinámicas por la solidez defensiva, es el denominador común. El mejor ejemplo es Javier Aguirre: empezó con una victoria y tres empates, un subidón de autoestima.
En la última época de Sarrià y la primera de Montjuïc los cambios de técnicos funcionaron a la perfección. Tanto Miguel Ángel Brindisi (en la 98-99), como Vicente Miera y Paco Flores (en la 96-97) empezaron sumando siete puntos, con solamente una derrota en sus primeros cuatro encuentros. Solamente Miera no logró dar continuidad y acabó despedido sin lograr remontar al equipo. Una situación similar a la que vivió José Manuel Esnal, Mané, el peor en cuento a impulsar al equipo. En la campaña 08-09 solamente sumó dos puntos de 12 posibles y fue despedido dos jornadas después.
Hay tres casos paradójicos. El primero, el de Luis Fernández en la campaña 03-04. Solo sumó un punto de 12, pero acabó salvando al equipo. Constantin Galca empezó con cuatro puntos y un intento de juego prometedor que se disipó rápidamente, mientras que el mejor apagafuegos del equipo perico en su historia moderna fue precisamente el técnico que precedió a Machín. David Gallego sumó diez puntos en sus primeros cuatro encuentros.