Los cinco cedidos compran el billete de vuelta a Madrid

El Madrid sigue con alegría y esperanza el desempeño de sus cedidos. Reguilón, Odegaard, Achraf, Kubo y Ceballos están haciendo lo preciso para volver al Bernabéu por la puerta grande. Su retorno permitirá una renovación profunda a coste cero. Un 'Plan Renove' al que sólo habrá que poner la guinda de un galáctico: Mbappé.

Los cinco cedidos están destacando en los equipos en los que juegan a préstamo. Es una gran noticia para el club por dos motivos: porque no hará necesario traer a nadie en la próxima ventaja de fichajes, en enero, y porque en la siguiente, en junio, todos los esfuerzos económicos se podrán concentrar en Mbappé. El nuevo proyecto del Madrid pasa por un galáctico más el retorno de los cedidos, si es que siguen con su actual proyección.

Florentino Pérez, que defiende el regreso de los cedidos si mantienen su gran rendimiento, es partidario de volver a lo que mejor le ha funcionado, a la política de fichajes galácticos. Hacer un fichaje por temporada que, clara e indiscutiblemente, mejore lo que hay. Sus esfuerzos están centrados en conseguir el próximo verano a Mbappé, como informó ayer este periódico, y no en perder tiempo y dinero en fichajes invernales.

El mejor argumento para defender esta política de galácticos es el éxito que Reguilón, Odegaard, Achraf, Kubo y Ceballos están logrando como cedidos. Se considera la prueba final de que triunfar en el Real Madrid es mucho más difícil que hacerlo en cualquier otro equipo. A la inversa, se pone como ejemplo el esfuerzo que le está costando a buenos futbolistas como Jovic, Mendy o Brahim tener entrada y minutos en el equipo. En realidad, se considera que el único que ha dado el salto sin vacilar ha sido 'el pajarito' Valverde, el joven a quien el presidente cita como la excepción que confirma la regla.

Hasta hace muy pocos años, el Madrid era junto con el Barcelona, la Juventus y el Manchester United, el destino preferido por los mejores talentos, cada vez más escasos por la proliferación de futbolistas de escuela más que de solar empedrado. Pero la llegada al fútbol de las grandes fortunas produjo un vuelco en la situación. Singularmente dos equipos, el PSG y el City, en manos de los jeques de Doha y Dubai, han concentrado los fichajes galácticos en las últimas cinco temporadas. Italia ha recuperado algo de terreno en las dos últimas, con su tarifa plana en la fiscalidad de los futbolistas que ha dado como fruto la llegada de Cristiano a la Juventus. Pero la realidad es que los mejores prefieren los petrodólares de los Clubes/ Estado o la ínfima fiscalidad del Calcio antes que la presión, mediática, tributaria y deportiva, de LaLiga.

Contra todo esto tiene que pelear el Real Madrid. Lo plantea con una doble política: por un lado con la captación, formación y rodaje de los jóvenes con más talento, como los cinco que ahora tiene cedidos y que volverán al club al final de la presente temporada, y por otro con el fichaje de lo mejor que ofrece el mercado, que ahora mismo es Mbappé. Porque, al final, cuando ya les sobra el dinero, las grandes estrellas vuelven a ser dominadas por su lado romántico. Y el Real Madrid, en esto, es el rey.