El próximo parón FIFA hace temblar a Ernesto Valverde
El técnico agradecería que Messi y Suárez no fueran a jugar con sus selecciones. El Barça jugará ocho partidos en 28 días y Valverde quiere tener frescos a sus jugadores.
Lo que iba a ser una semana estresante con un compromiso exigente (como se demostró luego) contra el Slavia en Praga y el tremendo Clásico con apenas dos días y medio de descanso, ha terminado por ser un fin de semana sabático. Descanso de dos días para el Barça y calendario teóricamente plácido hasta el parón: Valladolid, Levante, Slavia y Celta. Obviamente, el objetivo es mantener el liderato con tres victorias consecutivas en LaLiga y encarrilar definitivamente la clasificación para octavos en la Champions.
Pero Valverde anda en otras tareas este fin de semana. Organizar una planificación coherente para un noviembre infernal, con ocho partidos en 28 días, lo que significa jugar miércoles y domingo hasta vísperas de Navidad. El calendario incluye, además, el Clásico del 18 de diciembre, el Atleti-Barça del Wanda el 1 de diciembre; y dos visitas más de máximo riesgo. A Anoeta en Liga (el 15 de diciembre) y al Giuseppe Meazza en la última jornada de la fase de grupo de la Champions. De ahí la importancia que le concede Valverde a los cuatro partidos previos al parón para fabricarse un colchón.
Aunque está atado de pies y manos y no podrá exponerlo públicamente, Valverde y el club esperan un gesto de sus jugadores, especialmente de Suárez y Messi. Uruguay juega ante Hungría el 15 de noviembre. Argentina se medirá ese día a Brasil en Arabia y podría ir a Bangladesh para jugar contra Argentina o a Israel para medirse a la misma Uruguay. La sanción de Messi expira el 3 de noviembre y Suárez no fue a los partidos de octubre. Pero espera un mes duro y el Barça confía en que prioricen a su club.