El Leganés se agarra al optimismo de Cembranos
El nuevo técnico del Leganés ansía recuperar la confianza de un bloque con más mimbres que fe para el que ha diseñado un plan táctico diferente del 5-3-2 de Pellegrino.
Butarque busca milagro. Para su equipo. Para su banquillo. Y pareciendo esto último lo menos difícil, se está antojando lo más enrevesado. Hoy el Mallorca pone fin a la semana más compleja que haya vivido el Leganés en el último lustro, desde que comenzó su escalada de Segunda B a Primera División. El lunes, Pellegrino dimitió de su cargo y dejó a los pepineros con la tarea de encontrar un sustituto. Por ahora nadie quiere serlo. Francisco y Abelardo ya han dicho que no y Poyet se lo está pensando. No hay muchas esperanzas de que su réplica sea diferente. Tiene hasta el lunes para responder.
Entre tanto, Luis Cembranos, conocido mediapunta en los 90 y técnico del filial, dirigirá hoy al equipo con altas opciones de que el miércoles repita en el Santiago Bernabéu (sigue el partido en directo en As.com). El marrón podría parecer considerable (el Lega es último con sólo dos puntos), pero él lo ha asumido como una oportunidad a la que no se aferra. Sólo la disfruta. Apoyado en su segundo, Carlos Martínez, un mito reciente del pepinerismo, dice que ha tirado de diván y no tanto de pizarra en los escasos cuatro días que ha tenido para preparar este duelo. Ansía recuperar la confianza de un bloque con más mimbres que fe para el que ha diseñado un plan táctico diferente del 5-3-2 hormigonado del Flaco.
Es el turno de un 4-3-3 más valiente frente a un Mallorca que llega encorajinado tras tumbar al Real Madrid y en el que se intuyen rotaciones. Arrojo blanquiazul como antídoto de lo imposible. Porque sólo un equipo en la historia de LaLiga se salvó con dos o menos puntos en la novena jornada. Fue el Jaén de la 56-57. Por eso Butarque busca milagro. No lo descarten. Por algo Leganés tiene un estadio con nombre de virgen.