NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

BARCELONA

El impacto De Jong

En sólo nueve partidos en LaLiga, ya ha sido capaz de salir aplaudido de un estadio rival. En Ipurua empezó a demostrar, además, entendimiento con Messi.

Actualizado a
Frenkie de Jong, llegando al vestuario del Barça en Ipurua.
Juan Manuel Serrano ArceGetty Images

No es nada usual ver a un jugador recién aterrizado en un país y una competición ser aplaudido en su partido oficial número once con un club. Ipurua despidió este sábado con una sonora ovación a Frenkie de Jong, holandés de Arkel de 22 años . "Ha sido una gran sensación. Agradecido", dijo algo sorprendido el holandés después de ver la reacción del estadio armero. Debe estar tan acostumbrado a jugar así que tal vez no fue consciente sobre el campo de la exhibición que dio. Poderoso físicamente, sabio en la concepción del juego, De Jong fue una pesadilla para el Eibar. Condujo las transiciones del Barça, picó al espacio, tocó con criterio y, un detalle muy significativo, empezó a mezclar con Messi. No hay mejor señal que eso para empezar a demostrar adaptación al Barça.

En apenas dos meses de temporada, De Jong ya se ha convertido en un jugador intocable. Ha jugado todos los partidos oficiales (y en siete de once de ellos ha completado los 90 minutos). "Nos da muchísimo por la fortaleza y el despliegue que tiene. Es que no para", admitió Valverde. En Ipurúa tuvo un 90% de acierto en el pase. No sólo eso, de los 45 pases correctos que dio, el 40% fueron hacia delante. El centro del campo del Barça necesitaba eso. Un aire menos horizontal y menos burocrático. Más piernas. De Jong anda sobrado estos días. Es sorprendente cómo, en tan poco tiempo, ha conseguido que una figura del peso de Rakitic empiece a pasar desapercibido hablando con todo el respeto para un jugador de la dimensión del croata. Pero es cierto que al Barça le faltaba un poco de juventud, frescura. De Jong se la ha dado. Ha llegado con hambre de triunfar y, al mismo tiempo, de convertirse en un personaje atractivo y entrañable para la afición. Cordial con los medios, con la afición, tiene empatía. Por ponerle un pero, el gol. Ya ha marcado uno (Valencia), pero debe atraverse más desde lejos. Sucede que, si no dispara a puerta, siempre elige la mejor opción. Eso hace más difícil la crítica y convierte en relativa la estadística.

De Jong es heredero de la tradición de fútbol del Ajax, pero anunció que no sería fácil calar en el Barça. Liberado de cadenas en el Ajax, donde Schöne le cubría la espalda, en el Barça está obligado a no perder la posición si juega de Busquets y a cubrir la espalda de Messi cuando es interior derecho. Está joven y sano. No le importa correr hacia atrás. Recupera y luego es capaz de entregar el balón sin complicarlo. O, si así se inspira, salir jugando con ese estilo elegante y una zancada celestial. Nadie tenía dudas acerca de su categoría como jugador, el premio de mejor centrocampista del mundo del año no es casual. Pero era muy difícil pensar que fuese titular indiscutible tan rápido, que se adaptase a una manera de jugar y, sobre todo, a que el rey Messi dé su visto bueno y lo quiera tan proto cerquita y alrededor. Impacto De Jong.