Dispositivo habitual de seguridad para el Espanyol-Villarreal
Pese al aplazamiento del Clásico del día 26, en Cornellà-El Prat prevén disputar sin problemas el primer encuentro de Liga tras una semana convulsa en la zona.
Este Espanyol-Villarreal ha sido, hasta las horas previas, un partido casi invisible, situado entre el cambio de banquillo del Espanyol y las novedades sobre el encuentro liguero que los ‘groguets’ y el Atlético han solicitado jugar en Estados Unidos en diciembre.
El detonante para situarlo en segundo plano durante toda la semana ha sido la sentencia del ‘Procés’ y sus consecuencias, desde el comunicado del Espanyol manifestando una singular neutralidad hasta la decisión del Villarreal de viajar a Barcelona de incógnito, sin comunicar horarios, medio de transporte ni hotel de concentración, por si acaso, ante los disturbios que se han ido sucediendo cada noche en la Ciudad Condal.
Pese a que el Comité de Competición llegó el pasado jueves a suspender el Barcelona-Real Madrid previsto no para este domingo, sino para el sábado 26, precisamente alegando motivos de seguridad espoleados desde LaLiga, en este caso desde el Espanyol se insiste en que la seguridad del partido no corre ningún riesgo.
Pone como ejemplo el club perico que incluso se habilitan este domingo los frecuentes 'stands' en los aledaños, en este caso como el de la Asociación Española contra el Cáncer, para la previa.Otra muestra es que entre los invitados al palco de autoridades figuran el primer teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, el regidor de Deportes, David Escudé, y el alcalde de Vila-real, José Benlloch.
Toda esta normalidad queda, obviamente, supeditada a la coordinación entre seguridad pública y privada, pendiente permanentemente de que no se altere la paz de un momento a otro.