En la innumerable lista de buenas noticias que nacen tras la victoria del Oviedo en Albacete, también hay un regusto amargo. El que le dejó el partido a Joselu. El onubense ocupó el puesto de nueve en el Belmonte pero nunca estuvo a gusto en el campo. Fue sustituido en la segunda mitad con la sensación de que no había aprovechado la ocasión que se le había puesto por delante.
Un día después del choque, el delantero reconocí a través de su cuenta de Instagram que no estaba atravesando un buen momento en lo futbolístico. "Soy consciente de que no estoy dando el nivel que se esperaba de mí. Es más, me siento irreconocible dentro del campo y siento impotencia. Mucha. De no poder ayudar a mi equipo, de no agradar a la afición y de no hacer sentir orgullosa a mi familia, amigos y en definitiva a mis seres queridos", escribió.
Joselu se marca ahora el objetivo de volver a ser el futbolista que fue en pasadas temporadas: "Pedir perdón por no estar a la altura de la situación que se esperaba de mí. Prometo y demostraré con trabajo, esfuerzo, dedicación y sobre todo con mi total compromiso hacer cambiar esta mala dinámica". Y finalizó: "A partir de ahora empieza una nueva vida para mí".
El Oviedo ha asimilado de forma rápida la victoria en Albacete, pero ya trabaja pensando en el Girona, el siguiente en desfilar por el Carlos Tartiere, donde aún no han ganado los azules. Para la cita del domingo, Rozada tiene dos novedades importantes. Podrá contar con Ortuño, que fue baja en Albacete por la “cláusula del miedo”, y con Bárcenas, tras su paso por la selección de Panamá. El Oviedo recupera así a sus dos máximos goleadores.