La eterna sombra de Sir Alex Ferguson en el United
El conjunto de Old Trafford sigue sufriendo la eterna y longeva sombra del mejor entrenador de su historia, cuando en el año 2013 el escocés decidió poner punto y final a su etapa.
El Manchester United vive años complicados de travesía sin rumbo, años de objetivos incumplidos, de expectativas que siempre parecen ser inalcanzables. Una etapa que le coloca lejos de los grandes a nivel deportivo, que le sitúa en un contexto de desorientación respecto a su historial y pasado. Una potencia futbolística que atraviesa uno de los baches más importantes de su historia reciente que, parece, lejos está de reconducirse a corto y medio plazo.
El conjunto de Old Trafford sigue sufriendo la eterna y longeva sombra del mejor entrenador de su historia, cuando en el año 2013 Sir Alex Ferguson decidió poner punto y final a su etapa en el banquillo tras veintisiete años. Encontrar sustituto para el técnico escocés era, entonces, la complicada y arriesgada decisión que debía llevar a cabo el club de Manchester. Y en ello siguen.
Cuatro entrenadores han pasado por el banquillo local del Teatro de los Sueños desde entonces en calidad de técnico permanente. David Moyes, Louis van Gaal, Jose Mourinho y, ahora, Ole Gunnar Solskjaer. Junto a ellos (entre Moyes y van Gaal) un Ryan Giggs (ahora seleccionador galés) que aceptó el reto de ser interino hasta la llegada del nuevo técnico partiendo de su aura de leyenda del club. Ninguno de ellos se han acercado a las cifras de Ferguson, y el Manchester United sigue dirigiéndose hacia un destino desconocido, viendo pasar las estaciones, intentando disfrutar de un paisaje que, además, tampoco es el más atractivo y con más dudas que argumentos sólidos.
Jose Mourinho fue uno de los entrenadores más mediáticos. La elección más sencilla, pero la más exigente tanto a nivel deportivo como económico. Contratar al técnico portugués podría ser la decisión más asequible a nivel mediático, ya que sus métodos e historial era conocido por todos en el lugar. Sin embargo, a su vez, la más arriesgada, ya que el luso llegaría con unas altas pretensiones contractuales complementadas con un show mediático que, en ocasiones, parece pender de un hilo. Y ahora, viendo los resultados de unos y otros, parece que fue la mejor decisión, aunque lejos de ser perfecta ni excelente.
Entrenador | Porcentaje de victorias |
Jose Mourinho | 58% |
David Moyes | 53% |
Louis van Gaal | 52% |
Ole Gunnar Solskjaer | 48% |
Mourinho es el técnico con mayor porcentaje de triunfos desde el adiós de Sir Alex Ferguson y sus datos no alcanzan ni el 60% de victorias. Un dato que deja en buen lugar al portugués en este apartado, pero que no por ello descifra datos brillantes, ya que ni él ni el resto de técnicos han conseguido la estabilidad y solidez suficientes para devolver al Manchester United el carácter imponente, la personalidad histórica que se le presupone y poco a poco el club ha pasado de pelear por los grandes títulos a celebrar clasificaciones para la Champions League y, en el peor de los casos, quedar relegado a las posiciones de Europa League.
Ole Gunnar Solskjaer, actual entrenador, empeora los datos de su predecesor, Mourinho, a quien debía sustituir en el cargo para lavar la cara del equipo, para ofrecer aire fresco, para reconducir la dinámica. Y sí. Lo hizo. Al menos a corto plazo. La llegada del técnico noruego abrió un abanico de críticas hacia los jugadores, porque desde el primer momento el Manchester United quiso renacer de sus cenizas. Casi por arte de magia el equipo empezó a mejorar, comenzó a ganar y en muchos casos acababa goleando a sus rivales. Casi sin tiempo de asentar sus ideas el equipo lavó su cara, regeneró el proyecto y el club de Manchester pasó de estar en zona de nadie en la tabla a llegar, incluso, a ser tercero en la tabla. Una metamorfosis total y absoluta.
Sin embargo, algo cambió. Un punto de inflexión. Solskjaer llegó el 19 de diciembre de 2018 como solución aparentemente normal, con carácter interino (pese a que no estaba en el club, sino entrenando en Noruega) como acuerdo de favor hacia el club más importante de su carrera como entrenador. Todo parecía ser un capítulo cualquiera de Alicia en el País de las Maravillas. Por arte de magia, sin saber qué pasaba, todo había mejorado, todo tenía colores llamativos, todo relucía, el equipo ganaba y goleaba casi de forma automática. Pero llegó el momento de reconocer el trabajo del entrenador y, entonces, se acabó. Su renovación el 29 de marzo de 2019 abriría de nuevo la Caja de Pandora, y con ella las dudas, las preguntas, el cambio de dinámica y el camino volvería a estar cubierto de piedras y barreras.
Etapa | Porcentaje de victorias |
Antes de su renovación | 74% |
Después de su renovación | 29% |
Un cambio casi dramático. Una renovación que supuso un nuevo golpe a la dinámica de resultados. De ganar casi tres cuartas partes de sus partidos oficiales a no alcanzar ni siquiera un tercio de ellos. Y vuelta a empezar. De nuevo a la casilla de salida. Nuevamente ante esa sensación de añoranza hacia un Sir Alex Ferguson que acude asiduamente al palco de Old Trafford para ver en directo los partidos del Manchester United. Evidentemente, ante la preocupante e irregular dinámica del equipo, decenas han sido los planos televisivos durante los encuentros hacia la figura del escocés buscando, quién sabe, una respuesta.
Han pasado ya más de seis años desde que Sir Alex Ferguson puso fin a su etapa como entrenador. Una retirada del fútbol profesional que supuso, a su vez, el cambio más drástico en la historia del Manchester United. Una decisión, su adiós, que todavía tiene consecuencias en el más íntimo seno del club de la ciudad del grupo Oasis.