El Cádiz consolida su liderato en La Romareda
Ejercicio de impotencia del Zaragoza, que pierde su condición de invicto y acumula ya cuatro jornadas sin ganar.
El Cádiz acabó con el invicto del Zaragoza y consolidó su liderato en La Romareda, igualando su mejor inicio de un campeonato en Segunda División: ocho victorias, un empate y una derrota. Los datos hablan por sí solos de su consistencia y de su fiabilidad. También hablan para el Zaragoza, que acumula ya cuatro jornadas sin ganar y no pisa tan fuerte como apuntaba. El equipo aragonés dominó sin premio frente a un adversario impenetrable y con mucho oficio, y acabó completando un ejercicio de impotencia en un estadio a reventar, en el que se agotó el taquillaje.
El partido era de una exigencia superlativa, por la potencia de los contendientes y la colisión de dos estilos tan particulares, y tanto Víctor Fernández como Álvaro Cervera alinearon a sus onces de gala, sin rotaciones ni reservas de ninguna clase. Vigaray, Grippo, James y Kagawa reaparecieron en el Zaragoza, mientras el Cádiz mantuvo en la punta de ataque al hondureño ‘Choco’ Lozano.
De acuerdo al guión previsto, el Zaragoza cargó desde el principio con la iniciativa, aunque tardó veinte minutos en generarle algún peligro al Cádiz, el más sólido entre los sólidos de la categoría. Fue en una acción coral que acabó con dos disparos consecutivos de Raúl Guti, el mejor sobre el terreno de juego, y de Luis Suárez, y que precedió a la sustitución de Vigaray, resentido de su lesión muscular. Salió el campo Guitián y el equipo aragonés cambió su disposición táctica y pasó a jugar con tres centrales y con Raúl Guti y Nieto como carrileros largos. Y el cambio general le sentó bien, porque el Zaragoza encontró más caminos para incomodar al líder. Nieto, en tarde notable, amenazó primero con un disparo cruzado y después con un cañonazo al larguero desde fuera del área en el minuto 37, que fue la mejor ocasión de toda la primera parte.
El Cádiz dio un paso adelante tras el descanso, presionando bastante más arriba, y no tardó en sacar petróleo de un córner que botó Álex Fernández, remató Cala en semifallo y acabó definiendo Lozano junto al segundo palo ante la pasividad de la defensa. Un gol extraño, en el primer tiro a puerta del Cádiz, que castigó a un Zaragoza dormido en la estrategia. Y si el líder parecía una roca, el 0-1 todavía le puso más el encuentro de cara para esperar atrás y salir con su velocidad supersónica a la contra.
Víctor Fernández se jugó entonces la baza de Pombo por una Kagawa muy gris y el canterano, capaz de lo mejor y de lo peor, levantó el ánimo del Zaragoza con dos grandes acciones individuales que no obtuvieron premio. Ya a la desesperada entró Álex Blanco por un desaparecido Dwamena, mientras Álvaro Cervera movió también su banquillo y retiró a los agotados Lozano y Perea por Nano Mesa e Iván Alejo, que luego ayudaron a cerrar el encuentro.
En el último cuarto de hora, el Zaragoza se volcó por completo en busca del empate, pero el Cádiz le cazó en una contra definitiva. Nano Mesa acabó decidiendo una cabalgada de Iván Alejo recocinada por Álex Fernández.