El peor Hércules en casi 100 años
El equipo alicantino está en descenso a Tercera División y en caída libre tras encadenar cinco derrotas seguidas y sumar un punto de 18.
Hundidos
El Hércules ha pasado de liderar el grupo III a ser colista en un año natural. De la euforia y la energía que transmitía el equipo el año pasado con Planagumà y las cuatro victorias seguidas, se ha mutado a la decepción y la depresión absoluta. De hecho, es uno de los peores momentos del Hércules en su casi centenaria historia. El equipo ha encadenado cinco derrotas y sólo ha sumado un punto de 18. Está en puestos de descenso a Tercera División y es colista, junto al Badalona. La crisis deportiva es total y los dos próximos partidos son muy complejos, ante Barça B y Andorra, actual líder.
Desquiciados
La sensación que da el Hércules en todos los estamentos es de estar totalmente desquiciado. La plantilla está bloqueada. A los jugadores no les sale nada y eso que son casi los mismos que los del año pasado. La depresión de no ascender a Segunda ante la Ponfe ha dejado secuelas, sobre todo en lo anímico. El Hércules demostró que está fuera de sitio en Llagostera, donde Javier Portillo se encaró con el entrenador Alsina en el césped y Borja vio la roja por empujarle en la banda, justo cuando intentaba sacar de banda rápido. Lo que pasó en Llagostera es el espejo de este Hércules.
Bajas
Para colmo, al equipo le han azotado las lesiones. Benja, Carlos Martínez y Alejandro Alfaro no pudieron realizar pretemporada y estuvieron varias semanas de baja. Felipe Alfonso, la apuesta para el lateral, llegó con una pubalgia que sólo le permitió jugar unos minutos en el estreno ante el Prat. Ahora han caído Moha y Jona, quien conocerá el alcance de su lesión tras pedir el cambio en Llagostera. Las bajas para medirse el domingo al Barça B son importantes porque Borja tampoco estará por sanción. De hecho, el alicantino se expone a más de un partido de castigo.
Árbitros
El Hércules no debería de excusarse en los arbitrajes que ha sufrido porque la crisis es mucho más profunda. Pero es cierto que al equipo le han señalado cuatro penaltis en seis jornadas. Muchas de esas penas máximas fueron evitables, como la de Rulo ante el Orihuela, la de Nani frente al Villarreal B o la de Pablo ante el Llagostera. De todos los penaltis señalados, sólo hubo dudas en el que le pitaron a Fran Miranda ante el Llagostera y que supuso el empate a uno. Esa decisión de Usón Rosel sacó al Hércules del partido y desató la locura que se vivió en tierras catalanas.
Crisis institucional
En los despachos las cosas tampoco están tranquilas. Javier Portillo ya prescindió de Planagumà por los resultados, aunque la relación entre el director deportivo y el entrenador catalán no era la mejor. Desde el curso pasado, había diferencias entre ambos. Planagumà renovó por Juan Carlos Ramírez y Enrique Ortiz. Ahora, la grada, como se desmostó ante el Orihuela, apunta a Portillo. Además, la paciencia de Ramírez con el director deportivo empieza a flaquear porque el proyecto no arranca y la inversión de este año y del pasado fue faraónica.
Jesús Muñoz
Es el elegido por Portillo para reanimar a unos jugadores muertos. El técnico debutó ante el Llagostera con derrota, pero durante algunos minutos se vieron brotes verdes. El entrenador conquense tiene un papelón por delante. Ahora mismo, su preocupación es sacar al Hércules del pozo, pero ya se ha dado cuenta que no será fácil ni sencillo. Tiene trabajo por delante.