Tablas en el primer Fuenla-Rayo profesional con un final loco
Ulloa puso por delante a los rayistas en el 90’ y Fraile empató en el 96’. El Fuenlabrada saca tres puntos al equipo franjirrojo en la clasificación.
El Fuenlabrada recibía en el fútbol profesional a su primer rival vecino, todo un Rayo Vallecano. Por ello y porque al Fuenla le va la marcha, el estadio se engalanó para la otra fiesta del fútbol madrileño, fuera de esos focos del Atlético de Madrid-Real Madrid. Un derbi más modesto, pero igual de pasional. Para la cita, Mere, técnico azulón, apostaba por su guardia pretoriana y Paco Jémez, entrenador rayista, por una alineación inédita con tres centrales. Avisaba el Fuenlabrada con un Hugo Fraile mágico.
Con mucha marcha empezó el duelo. Primero, avisaba el Fuenlabrada, pero los rayistas, con más poso en esto del fútbol profesional, aguantaban los envites azulones. Así fue como en el minuto 10, los de Paco Jémez asestaban un derechazo a la mandíbula de los de Mere. Una falta en el centro del campo abierta a banda y un cabezazo certero de Ulloa ponía en ventaja a los visitantes y estrenaba la cuenta goleadora del argentino. Después de este tanto, el partido estuvo gobernado por el cuadro de Vallecas. No fue hasta el final cuando Hugo Fraile y José Fran espabilaron a un Fernando Torres, dormido entre la inactividad y el juego trabado, con sus subidas por la banda.
La vuelta de vestuarios no trajo vientos de cambio al Camino del Molino. El Fuenlabrada creaba peligro a través de los chispazos de sus extremos, pero el Rayo controlaba el partido a su antojo. En estas estábamos cuando Jeisson, trabajador incansable durante el primer tiempo, rondó el tanto azulón. Su vaselina se marchó por encima cuando la parroquia azulona ya celebraba. Esa jugada dio alas a los de Mere que se volcaron en la portería defendida por Dimi. Una de estas jugadas acabó en un córner y los azulones empezaron a oler la sangre, sabedores que en esta faceta de juego son de Primera. Juanma se elevó por encima de la zaga rayista e igualó la contienda en el 65’. El partido sesteaba entre un Rayo cómodo y un Fuenlabrada impreciso cuando llegó la locura final. Una catarsis que empezó en el 90’ y acabó con el pitido del árbitro. Primero, el VAR y Ulloa ponían por delante a los visitantes con uno tanto que enmudeció al Torres. Sin embargo, el fútbol tenía esperando un último grito para la parroquia azulona. El árbitro decretaba pena máxima a favor del Fuenlabrada y Hugo Fraile era el encargado de poner la igualada en el 96’. Empate y fiesta en el derbi más humilde de la Comunidad de Madrid. Un enfrentamiento que reivindica el fútbol lejos de los focos.