El Rayo testa la racha del Fuenla en el derbi obrero
Fuenlabrada y Rayo Vallecano se ven las caras por primera vez en once años con el objetivo de asentarse en la parte alta de la tabla.
Al Fuenlabrada le va la marcha. Dentro del césped. Fuera también. Han promocionado los azulones este histórico partido (su primer cara a cara con el Rayo en Segunda) vacilando a los vecinos de Primera, insistiendo en que el verdadero derbi del pueblo no es el del Metropolitano, sino el del Torres.
Razón no les falta. Similares en aquello de su esencia obrera, será éste en verdad su noveno enfrentamiento después de los ocho que mantuvieron en los oscuros tiempos rayistas de Segunda B, hace ya casi tres lustros, cuando el Fuenla competía en la vetusta Aldehuela de hormigón y lamentos. Allí hizo caer tres veces a la Franja. La cuarta fue un empate. El Rayo jamás ha ganado en territorio azulón.
Hoy el asunto también pinta a igualdad e incluso resulta curioso ver como, en su estreno en la categoría, los de Mere flotan por encima de los de Paco en la clasificación. Y eso que han jugado un partido menos. Ni la dichosa gastroenteritis ha frenado el percutir competitivo de esta escuadra mimética a la del curso pasado en Segunda B (su once más fiable sigue siendo el del ascenso) e implacable en la zona Cesarini. Ahí es dictador. Siete de sus trece puntos han llegado del 75’ en adelante. No es casualidad. Es parte de un plan que hoy tratará de perpetuar sin apenas bajas. Sólo Héctor, Dani y Riera se ausentarán. Puede que incluso se repita el equipo fetiche de Mere.
Paco tendrás más problemas. Alberto dejará su lugar a Dimitrievski por lesión y Luna tampoco entrará en la lista. Al menos Álvaro García retorna en un conjunto hostigado por la necesidad de crecer, mejorar su puntería y taponar su defensa. Reto mayúsculo ante este Fuenla al que le va la marcha.