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REAL ZARAGOZA

"El Oviedo tiene más fútbol que el mostrado hasta ahora"

Víctor Fernández advierte de los peligros del conjunto asturiano, especialmente en el juego aéreo: "Tenemos una prueba de madurez y la debemos afrontar con valentía, ambición y decisión".

Actualizado a
Víctor Fernández.
ALFONSO REYES

—¿Qué Oviedo espera?

—Todos conocemos la Segunda División. Es una categoría muy complicada y todos los partidos aparecen rodeados por circunstancias que uno no puede asegurar que vayan a ser así. El Oviedo está clasificado en la última posición en estos momentos, pero no es una referencia que me tranquilice ni me altere. Sé que es algo temporal, sé que es un equipo que está construido como mínimo para jugar el playoff, que tiene un presupuesto superior al nuestro y que cuenta con buenos jugadores. La posición que ocupan en estos momentos no conduce a pensar en nada de cómo puede ser el partido. Es posible que ellos estén en un estado de nervios alto y que ya estén presionados a pesar de llevar únicamente siete jornadas porque no conocen la victoria, pero esto no es definitivo y tienen buenos jugadores, un objetivo ambicioso y un gran campo con una buena afición. Estos factores los conocemos y sabemos que tenemos que actuar sin ningún tipo de confianza. Aquí se puede ganar y perder absolutamente con cualquier rival, pero debemos afrontar el partido con valentía, ambición y decisión, independientemente de la clasificación del rival, y demostrar que somos un equipo que va a salir a competir y a por los tres puntos.

—Por todo lo que rodea a este partido, ¿ganar en Oviedo sería una prueba de madurez?

—Un buen resultado sería fortalecer nuestro ánimo, consolidar nuestra clasificación y alargar una trayectoria positiva. Tenemos una prueba de madurez en la que debemos adaptarnos al estrés del rival, que seguro que saldrá muy fuerte desde el principio. Tenemos que jugar con esos factores sin renunciar a nuestro estilo.

—¿Hasta qué punto puede ser importante adelantarse en el marcador?

—Siempre es importante sean las circunstancias que sean. Si juegas contra un equipo con siete defensas, es importante marcar un gol porque les sacas del plan. Si juegas contra un equipo que está muy nervioso y al que una situación adversa le puede descontrolar más, también es importante empezar ganando. Si juegas contra un equipo agresivo y muy ambicioso, también es bueno ponerse por delante porque después puedes poner más acento en frenar esas avalanchas. Siempre es importante adelantarse en el marcador y contra el Oviedo no va a ser una excepción.

—¿Qué es lo que más le preocupa del Oviedo?

—El Oviedo tiene mucho más fútbol y más recursos individuales que los que ha mostrado en estas jornadas. Es evidente que es un equipo que está encajando goles, pero tiene al máximo goleador de la categoría, que es Ortuño. Todas las que le caen en el área las enchufa y es un jugador muy resolutivo y diferencial. Sin lugar a dudas es lo que mejor están mostrando hasta ahora. Me preocupa que seguramente ese estado de necesidad aumentará su estado de excitación y de intensidad en el juego, al menos en los primeros tramos del partido porque van a estar acompañados por su afición, y que son muy fuertes en el juego aéreo. Incorporan muchos jugadores al área, son mucho más fuertes que nosotros en ese apartado y debemos contrarrestarlo porque tienen buenos lanzadores, como Saúl Berjón, y hasta siete jugadores a los que ponen en situaciones de remate. Es complicado neutralizar ese apartado. Nosotros deberemos tener un muy buen control de juego, mejor que nunca, tendremos que presionar para aprovechar los posibles espacios que dejen, ya que tenemos gente rápida para hacerles daño, y si ellos son muy fuertes en el juego aéreo, nosotros deberemos estar muy atentos y concentrados para neutralizarles. Es una pena lo de Vigaray porque además de medir 1,88 es poderosísimo en el juego aéreo y ahí vamos a debilitarnos un pelín. Lo tendremos que compensar con otros jugadores y otra organización.

—¿Es posible ver un cambio de sistema?

—Es posible todo. Nosotros estamos utilizando varios registros tácticos en los partidos, así que no será ninguna sorpresa si utilizamos alguno de ellos. Es evidente que cuando jugamos con cuatro en el medio sólo tenemos cuatro jugadores naturales para jugar en esa posición y cuando uno quiere hacer un cambio tienes que cambiar el sistema porque no tienes mediocampistas puros si arrancamos con los cuatro desde el primer momento. Si quiero hacer un cambio, tendré que inventar un jugador o cambiar de sistema o arrancar con un sistema diferente para luego tener recambios. Hay muchos mediapuntas y jugadores ofensivos y eso te condiciona.

—El resto de equipos están cambiando su forma de jugar contra el Zaragoza. ¿Le precopa que esto vaya a más?

—Yo creo que esto va a ser así toda la temporada. Si tú estás arriba, siendo como somos el Real Zaragoza y jugando con 27.000 personas, es normal que los equipos tomen más precauciones y adopten medidas más conservadoras. Eso tiene su lado negativo, pero también su lado positivo. En ese sentido no me preocupa mucho porque podemos tener más dificultades, pero jugando de esa manera siempre estás más cerca de ganar que de perder. El otro día estuvimos un 70% más cerca de ganar y un 15-20% de empatar y un 10-15% de perder. Por tanto, jugando de esa manera siempre estaremos rozando más la victoria que la derrota y tenemos que apuntalar o matizar algunas variantes que nos permitan más posibilidades de triunfo y crearle más problemas al equipo contrario. Pero insisto en que hay una serie de condicionantes en lo que es la distribución del centro del campo que te frenan un poco.

—¿Qué le parece que Kagawa pueda irse con su selección?

—Si es convocado definitivamente por Japón, ya sabíamos que hay que convivir con ello. Por mí ojalá que no vaya y pueda jugar más partidos con nosotros. Es una cuestión de egoísmo.

—Kagawa aseguró que tanto a él como al equipo le queda mucho por mejorar.

—Es muy importante la humildad y tener capacidad de autocrítica, de saber lo que estás haciendo bien y lo que no estás haciendo bien. Es el primer impulso para hacer las cosas mejor de cara al futuro. Debemos ser cada vez más fuertes en ese aspecto porque no nos sobra nada. Hay muy pocos equipos en Segunda a los que les sobre mucho y lo que nos falta lo tenemos que compensar con un espíritu grupal poderoso y fuerte, con gente humilde que conozca dónde se equivoca y dónde tiene que incidir para mejorar. Esa autocrítica y humildad es fundamental para diferenciarnos del resto. Que uno de esos portavoces sea uno de los jugadores llamados a ser diferenciales es un buen ejemplo para los demás.

—¿Una de las novedades en la convocatoria podría ser Guitián?

—Podría ser, pero el problema de Guitián no es Guitián. Su problema es que Grippo, Atienza y Clemente lo están haciendo muy bien y sólo juegan dos. Alguna vez jugarán tres, pero no pueden jugar cuatro. Es una muy buena noticia que ya esté entrenando con el resto. No está al 100%, ya que el 100% sólo se consigue compitiendo los fines de semana, pero tendrá que esperar su momento, como les está ocurriendo a otros jugadores.