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ESPANYOL

Pipa pone fin a una espera de 444 días

El canterano logra estrenarse en Primera con Gallego, su avalador, después de no tener oportunidades el curso pasado e irse cedido al Nàstic.

Pipa pone fin a una espera de 444 días
Octavio PassosGetty Images

El 9 de junio de 2018, Gonzalo Ávila, Pipa, comenzaba la pretemporada con el primer equipo del Espanyol con el sueño de vivir su primer curso en la elite y debutar en la máxima categoría. Un sueño que ha tardado 444 días en cumplirse: el lateral debutó el jueves en Balaídos una temporada y seis jornadas después tras vivir un primer curso sin minutos en el que tuvo que marcharse cedido.

Pipa se topó la primera campaña con la competencia de Javi López y Roberto Rosales. Además, Rubi no veía al barcelonés como lateral, sino más bien como extremo, posición que le va mejor a sus características ya que destaca más de mediocampo hacia adelante que en labores defensivas. En enero, sin minutos, se marchó cedido al Nàstic y actuó de carrilero. No pudo evitar el descenso de los grana, pero al menos esa experiencia le sirvió para acumular minutos en Segunda: actuó 18 encuentros.

Esta campaña, su situación era idéntica a la anterior, ya que el club intentó buscarle una cesión hasta el último día de mercado y el lateral derecho estaba ocupado por Javi López y Sébastien Corchia, ahora lesionado sin fecha de vuelta. Pero Pipa contaba con una ventaja: David Gallego lo conoce de su etapa en el B y siempre confió en sus posibilidades. El barcelonés debutó el jueves como extremo, realizó algunas conducciones verticales que pudieron suponer peligro y estuvo a punto de marcar el 0-2, pero no logró controlar bien ni rematar con acierto pese a encontrarse sin oposición.

Con este estreno, Gallego ya ha hecho debutar en LaLiga esta campaña a Víctor Campuzano, Pol Lozano y ahora Pipa.