Las claves de la sufrida victoria del Fuenlabrada en el Heliodoro
El Fuenla se pudo sobreponer a una semana atípica, una gastroentiritis obligó a aplazar el partido ante el Zaragoza, y llegó a Tenerife con una preparación especial.
La semana del Fuenlabrada empezaba con una noticia que nadie esperaba, más de la mitad de la expedición que había viajado a Lugo sufría una grave gastroentiritis. El virus estomacal fue tan fuerte que obligó a aplazar el encuentro del Zaragoza del miércoles (aún sin fecha), pero ante el Tenerife la plantilla se recuperó, aunque las secuelas de la deshidratación seguían siendo importantes. Pese a ello, los de Mere se llevaron los tres puntos de Heliodoro tirando de oficio, orgullo y de un gran Ibán Salvador.
El Fuenlabrada tiró de oficio
El Fuenlabrada, un desconocido en el fútbol profesional español, se ha presentado en la División de Plata como aquel que lleva años en la categoría. Los de Mere tuvieron las ideas claras desde el primer momento; todos sabían que el Tenerife de Lopez Garai se iba a hacer dueño del balón por lo que los azulones convirtieron en estéril esta posesión con trabajo y sin pecar de nerviosismo. Cuando peor lo estaban pasando los visitantes, esperaron un contrataque para asestar un certero golpe a los tinerfeños y llevarse los tres puntos al Fernando Torres.
Orgullo por encima de todo
En la semana más difícil del Fuenla de lo que va de campeonato por culpa de la ya mencionada gastroentiritis, que obligó a pasar a un gran número de jugadores por el hospital, Mere no dudo en confiar en sus jugadores, tanto los más antiguos como los nuevos. Lo dejó claro en la rueda de prensa previa al partido: "Ésto depende de todos. No sólo los que han estado sanos. Somos un equipo en todos los aspectos". Y ante el Tenerife, todos dieron la cara por la camiseta del Fuenlabrada y regalaron la cuarta victoria a sus aficionados.
El momento de Ibán
El inicio de temporada no fue muy benévolo para el mediapunta. Una lesión muscular le alejaba de los terrenos de juego varias semanas y le dificultaba su entrada en la dinámica azulona. Sin embargo, en los poco minutos que había disputado anteriormente demostró que su técnica y electricidad en tres cuartos de campo sería importante para los de Mere. La oportunidad le llegó ante el Tenerife el domingo. El atacante salió en el minuto 63’ y le cambió la cara a su equipo. Suyo fue el gol de la victoria. Un tanto cargado de sus cualidades, técnica, descaro y puntería.