El Sevilla de Lopetegui también ejerce de líder en Europa
La segunda unidad dio un paso al frente en una gran segunda parte. Chicharito se estrenó abriendo la lata con gran una falta directa.
El líder de LaLiga también lo es en su grupo de la Europa League. El Sevilla de Lopetegui se sobrepuso a un viaje larguísimo a Azerbaiyán y espantó los fantasmas de su falta de puntería con una gran segunda mitad en la que Chicharito, Munir y Óliver sellaron los primeros tres puntos de la competición fetiche de los de Nervión.
En la puesta en escena del Sevilla no se notó demasiado que había siete caras nuevas respecto al once que se alineó en Vitoria. Óliver Torres se puso a los mandos de las operaciones, escoltado por un implicado Mudo Vázquez y ayudado por las constantes incursiones por la banda derecha de Pozo. Sin embargo, la línea fue tan continuista respecto a los partidos de Liga que el gol se resistió por mucho que el Sevilla rondó el área del Qarabag. Chicharito y Munir fallaron remates claros que ponen de manifiesto que el problema del gol no es únicamente de un De Jong que se quedó en la grada. Aunque el dominio fue total de los de Lopetegui, el Qarabag se asomó también por el área de Vaclik conforme los sevillistas aflojaron el ritmo. Abbas tuvo una clara ocasión de marcar y una falta de Romero golpeó en el larguero por arriba antes de que en un último arrebato el Sevilla volviera a rondar el área rival pero con escasa efectividad.
En la segunda parte el guion no cambió salvo que el Sevilla encontró la forma de abrir la lata. Y fue de una forma inesperada. Munir forzó una buena falta en la frontal, pero Jordán, el especialista, acababa de ser sustituido, mientras que Banega aún calentaba en la banda. Y fue Chicharito el que cogió el balón, fijó su mirada en la escuadra y, tras un ataque de tos, puso el balón en la escuadra de Begovic. El primer gol del mexicano en el Sevilla ponía el partido en franquicia y los de Lopetegui volvieron a demostrar que cuanto están por delante en el marcador, son prácticamente infranqueables.
Quedaba media hora en la que con no correr riesgos, la victoria no debía peligrar lo más mínimo. Pero este Sevilla que en el inicio del campeonato ha demostrado ser un equipo feo, fuerte y formal, quiso gustarse y sacó las gotas de arte que tiene en su plantilla. Porque sólo así, a través del arte, se puede explicar el pase que le filtró Banega a Munir para que el delantero hiciera su gol con una suave vaselina. Y del mismo modo, sólo a través de la calidad se puede explicar como se revolvió Óliver dentro del área para hacer el 0-3 y cerrar el debut europeo en el Sevilla.
Ahora, los de Lopetegui sí pueden hablar del Real Madrid y de la defensa del liderato el domingo en el Sánchez Pizjuán. Con los deberes hechos como se espera que el pentacampeón de la competición lo haga y con la sensación de que el fondo de armario de la plantilla tiene mucho que decir.