El puzle de Unzué todavía no encaja tras seis jornadas
El técnico del Girona ha utilizado a 21 jugadores y falta continuidad en el juego. Las dos victorias han llegado tras no dominar la posesión del balón.
Sería un tanto aventurado indicar que hay alarmismo en Girona, pero lo que es seguro es que hay preocupación. El conjunto de Juan Carlos Unzué no está encontrando la regularidad en lo que se lleva de Liga y los resultados no están acabando de llegar. Las dos derrotas consecutivas, y la imagen de equipo impotente en Cádiz y Almería, provocan que la afición empiece a impacientarse y es vital encadenar buenos resultados. Además, Unzué sigue con las probaturas y parece que le está costando encajar las piezas del puzle.
En Almería presentó siete cambios respecto al encuentro ante el Cádiz y el resultado fue, otra vez, para olvidar. Apostó por el sistema de 3-5-2 con tres centrales y Pablo Maffeo se vio obligado a reconvertirse para que formar en el eje de la zaga junto a Juanpe y Ramalho. El Almería le mostró las costuras al equipo en un partido en el que Juan Carlos evitó una goleada mayor. Los problemas se amontonan porque después de encadenar dos buenas victorias en Montilivi (ante Málaga y Rayo), esta serie de dos derrotas consecutivas ha hecho daño al Girona. Jugar fuera se está convirtiendo en un suplicio porque hace más de medio año (ocho duelos) que no festejan un triunfo a domicilio. Pese a los grandes fichajes que se han realizado este verano, aún no se ve un equipo adaptado a la categoría.
Unzué debe dar con la tecla cuanto antes y empezar a dar continuidad a una idea de juego para que su equipo carbure. En las seis jornadas que se llevan disputadas ha dado la alternativa ya a 21 jugadores y los únicos futbolistas de la plantilla que aún no han tenido minutos son Asier Riesgo, Brian Oliván, Santi Bueno y Sebas Coris. El domingo llega Las Palmas y no se pueden permitir más errores.
Posesión. El Girona está apostando por un fútbol de toque que no le está surtiendo efecto. Parece que el conjunto rojiblanco se encuentra más a gusto cuando el rival le domina y sus jugadores pueden practicar un fútbol más directo. Los números así lo constatan porque cuando ha dominado la posesión del balón ha sido incapaz de ganar. Así le pasó contra Sporting (1-1), Albacete (1-0), Cádiz (2-0) y Almería (3-1). En cambio, cuando es el adversario el que lleva el peso del encuentro y le somete por momentos es cuando obtiene los triunfos. Los ejemplos se vivieron ante el Málaga (1-0), que pese a superarle en posesión (47,2-52,8) los tres puntos fueron para los gerundenses, y lo mismo sucedió contra el Rayo. Los madrileños tuvieron más la pelota que el Girona (42,4-57,6), pero los tres puntos se quedaron en Montilivi.