EL PARTIDO ESTRELLA: PSG – REAL MADRID
Zidane pone sus fichajes y Keylor Navas, el morbo en París
Militao, Mendy y Hazard, ante un PSG desfigurado por las bajas. Tuchel, sin su tridente, tirará de Icardi, inactivo todo el verano.
Zidane y el Madrid vuelven a casa, porque sobre la Champions se ha edificado la leyenda de uno y otro. El último partido dirigido por el francés fue la final de Kiev, en 2018, en la que el Madrid tumbó al Liverpool (3-1), campeón un año después. Un triunfo en el que acabó por romperse todo (la relación Zidane-Bale, la relación Cristiano-Florentino y hasta la relación Zidane-Zidane, lo que le llevó a la renuncia), pero un triunfo que quedó para la historia: fue la tercera Champions consecutiva del técnico, que en tres años no perdió una eliminatoria ni una final y que ha caído en cuatro partidos de 33 en la competición. Hoy retoma el asunto en París, ante Keylor, el portero de sus hazañas, y en un partido notablemente desfigurado por las bajas.
Al PSG le faltan los lesionados Mbappé, Cavani y Draxler y el sancionado Neymar. El cuarteto metió 90 goles la pasada temporada y deja vacío el ataque de Tuchel, que quizá tenga que tirar de Icardi, el último fichaje sobre cuyo estado físico existen dudas razonables. No hizo ni un solo entrenamiento de grupo con el Inter durante todo el verano por imperativo de Antonio Conte. Es, por tanto, un tiro al aire (sólo jugó 28 minutos ante el Estrasburgo). Entre él y Choupo-Moting deberá decidir el técnico alemán, que medita meter un central, Marquinhos, como mediocentro junto a Verratti. Esa permanente readaptación de jugadores está en el ADN de Tuchel, cuya revolución en el Borussia Dortmund quedó incompleta por su enfrentamiento con el CEO del club, Hans-Joachim Watzke, a raíz del atentado que sufrió el equipo antes de las semifinales de Champions ante el Mónaco. Nunca perdonó que el club aceptase jugar el día después, con el equipo en estado de shock.
El estreno del BBH
Tuchel, contertulio de Guardiola y admirador de Cruyff, ha hecho fortuna convirtiendo en imprevisibles a sus equipos. Él recicló en centrocampista a Alves, metió a Rabiot de central, a Draxler como pivote o a Di María como lateral. Cree que el éxito está detrás de la sorpresa. Por eso, es capaz de cambiar varias veces el esquema durante un partido. Y le obsesionan las diagonales. En una pretemporada pidió un campo con forma de rombo para educar al equipo en esa estrategia.
El Madrid también está repleto de bajas (Marcelo, Nacho, Ramos, Modric, Isco, Valverde...), lo que conduce irremediablemente a tirar de fichajes. Zidane empezó el proyecto por el pasado pero el presente le sale al paso. Jugarán, pues, Militao, Mendy y Hazard. El primero y el tercero suman 30 minutos ante el Levante. El segundo, un partido completo en Villarreal sin demasiada gloria. En cualquier caso, tendrá su mejor ataque posible, Bale, Benzema y Hazard, una BBH aún por estrenar. Y se espera que repita James. Los necesitará a todos el Madrid ante un rival que ha encajado un solo gol en cinco partidos de Liga. Para eso fichó tres porteros este verano. El último, Keylor, le pone guasa al duelo.