El talento de Eguaras alimenta a un tridente feroz
Luis Suárez, que lidera la tabla de máximos goleadores, Kagawa y Dwamena suman ocho tantos en cinco partidos, mientras que el mediocentro ya lleva tres asistencias y dio una exhibición frente al Extremadura.
El talento no debería estar nunca en entredicho y Eguaras está tocado por esa varita mágica de aquel que imagina pases imposibles que después es capaz de ejecutar. Es cierto que la pasada temporada estuvo lejos de su verdadero nivel, pero no es menos cierto que se vio bastante lastrado por una pubalgia, a pesar de que el propio jugador nunca quiso poner como excusa la lesión. Tras otro percance durante la pretemporada, en esta ocasión en el tobillo, apenas contó con minutos en las dos primeras jornadas, pero su exhibición frente al Extremadura, tras un muy buen partido en Alcorcón, ha confirmado que el mejor Eguaras ha vuelto.
En Santo Domingo ya le regaló el último gol a Vigaray y una semana después en La Romareda hizo lo propio en los tantos de Dwamena y Luis Suárez. No quedó ahí la cosa, ya que fue decisivo en el gol de Kagawa con un pase imposible entre líneas al delantero colombiano, que posteriormente asistió al japonés. Imposible para todos excepto para un mago como Eguaras, que ha visto recompensada su gran actuación siendo nominado a mejor jugador de la pasada jornada.
Pero quizás su mejor pase fue el que no terminó en gol. Ése en el que encontró por el pasillo interior a Kagawa cuando hizo creer a todo el mundo que iba a abrir a la banda. El japonés no lo aprovechó, pero es precisamente esa sociedad Eguaras-Kagawa la que puede decidir más de un partido, en especial cuando tienen delante a dos delanteros como Luis Suárez y Dwamena. El colombiano ya suma cuatro tantos y es el máximo goleador de Segunda, el ghanés ya encadena dos jornadas marcando y Kagawa también lleva dos goles. En total, ocho tantos entre estos tres jugadores en cinco partidos.
Son cifras que demuestran la pegada de un tridente que se complementa a las mil maravillas: Dwamena fija, Kagawa se mueve como nadie entre líneas y Luis Suárez acude al espacio como un puñal. Muy difícil de defender para los rivales, mucho más si la ferocidad de estos tres futbolistas se ve alimentada por un jugador del talento de Eguaras.