Eguaras guía al Zaragoza a una sufrida victoria
Dwamena, Kagawa y Luis Suárez le pusieron firma al triunfo frente a un Extremadura que se mostró muy valiente en La Romareda.
El Real Zaragoza despachó también al Extremadura y continúa en las alturas de la clasificación, con cuatro victorias y un empate, pisándole los talones al Cádiz. Dwamena, Kagawa y Luis Suárez le pusieron la firma a la victoria, pero el hombre del partido fue, sin duda, Eguaras, que gestó los tres goles y sentó cátedra desde el medio centro. Su actuación fue sencillamente superlativa. El equipo de Víctor Fernández sufrió más de la cuenta y no decantó el duelo hasta el final, pero su efectividad resultó decisiva frente a un rival que juega muy bien, pero carece de pegada.
El Extremadura apostó desde el principio por un fútbol valiente y lo acabó pagando caro. Planteó un encuentro abierto, de ritmo alto y de ida y vuelta, y el Zaragoza tardó muy poco en hacerle daño. En el minuto 12, Eguaras envió un gran pase largo para Dwamena y el ghanés ganó en velocidad al central Pardo y definió con frialdad ante la salida de Casto. A diferencia del colombiano Luis Suárez, su pareja en el ataque del equipo aragonés, a Dwamena le costó cogerle el aire al campeonato, pero, al igual que Kagawa, despertó en Alcorcón y ya sale a gol por partido.
El Zaragoza, muy superior en la primera media hora, pudo sentenciar diez minutos después en una contra que cocinaron entre Dwamena y Luis Suárez, pero el Extremadura, que nunca renunció a su estilo, respondió con su atrevimiento y hasta amenazó a Cristian Álvarez con un disparo envenenado de Nono. El equipo de Manuel Mosquera propone un fútbol atractivo y tiene un buen manejo en el centro del campo con Zarfino y Sergio Gil, pero le falta profundidad y claridad en los metros finales, y su defensa se antoja muy vulnerable.
El segundo tiempo se inició con un obús de Nono al larguero desde fuera del área que fue un anuncio de las intenciones del Extremadura. Kagawa respondió enseguida con un disparo que obligó a Casto a hacer la parada de la tarde, pero el partido ya había cambiado de signo y el equipo de Almendralejo logró justo premio a su ambición en un zurdazo desde fuera del área de Diego Caballo que se coló por toda la escuadra. Un gol excelente.
El encuentro se le complicó al Zaragoza y Víctor Fernández metió en el campo a Javi Ros y a Pombo para intentar recuperar el mando, pero fue el Extremadura el que primero tuvo la victoria en su mano. En dos acciones consecutivas, y muy claras, Kike Márquez y Pastrana tuvieron el segundo gol en su botas, pero Cristian Álvarez, otra vez providencial, conjuró el remate a bocajarro del primero, y a Pastrana se le hizo después de noche con todo a su favor.
A un cuarto de hora del final, ya a la desesperada, Víctor Fernández se jugó la baza de Papu, recordando quizá lo bien que le salió esa decisión en su reestreno en el banquillo del Zaragoza hace 267 días, precisamente, frente al Extremadura. Pero no fue Papu sino Kagawa el que decantó el duelo. El japonés culminó en el segundo palo una gran jugada entre Eguaras, la figura de la tarde, y Luis Suárez, y desató la felicidad en una Romareda a reventar. Una felicidad que se tornó en euforia cuando a cuatro minutos del final Luis Suárez logró el 3-1 de un soberbio zurdazo.