Radiografía del lío en el Málaga
El club está sumido en una catarsis institucional de gran dimensión. La división interna en el club es total, el entrenador se siente engañado y la situación económica es crítica.
Tremenda crisis institucional. El Málaga está sin rumbo, sumido en una crisis interna de enormes dimensiones. El jeque encomienda ahora cada uno de sus movimientos a los dos despachos de abogados (LGL Group y Peréz-Espinosa y Cía) y un consultor externo norteamericano que ejercen desde hace bastantes semanas como asesores del presidente. Cualquier comunicación o movimiento que se produce en el club debe pasar el filtro de estos asesores antes de llegar a Al Thani. Por otra parte, en las últimas semanas también han aflorado notables diferencias entre quienes asumen el día a día del club en La Rosaleda: el responsable de la gestión, Joaquín Jofre, el director deportivo, José Luis Pérez Caminero, y el técnico, Víctor Sánchez del Amo.
Señalados. Al Thani tiene en la diana a Jofre y a Caminero, a los que ha desautorizado y señalado públicamente en los últimos días. Este domingo, sin ir más lejos, ordenó retirar un comunicado publicado por el club a instancias del asesor jurídico en el que se explicaban los motivos por los que no habían llegado a tiempo el tránsfer de Lorenzo González y el de Benkhemassa. El lunes vetó una comparecencia de Caminero en La Rosaleda al tener constancia de que el director deportivo pretendía hablar sin tapujos y poner en entredicho públicamente la gestión del presidente. Caminero, lejos de insistir en su deseo de dar explicaciones en otro enclave, se mantiene en silencio, como lleva más de 15 meses… Sobre la mesa está la posibilidad de incorporar la figura de un director general que asuma el mando ejecutivo de la entidad.
Situación económica crítica. Cerrado un verano horroroso en cuanto a planificación y gestión en el mercado de fichajes, las preocupaciones no sólo se centran en las dudas que despierta el proyecto a nivel deportivo. La situación económica del club en estos momentos es crítica. La cifra de gastos que el Málaga tiene que asumir para acabar la temporada supera de forma ostensible la previsión actual de ingresos, por lo que la entidad está obligada a generar en los próximos meses recursos económicos que le permitan acabar la temporada, ya sea a través de la venta de jugadores, del ahorro del gasto en la plantilla y en la estructura de club, de la búsqueda de nuevos patrocinadores, de una más que improbable ampliación de capital o de cualquier fórmula que permita reequlibrar el balance económico de la temporada y alcanzar el mes de junio sin ser presa de los impagos.
Las trabas de Al Thani. El presidente del Málaga perdió hace mucho la confianza en sus dirigentes y es por ello que ha puesto un sinfín de trabas y ha boicoteado numerosas operaciones este verano. El presidente ha forzado la ruptura de acuerdos cerrados con varios jugadores (Señé, Stoichkov, Simón Moreno…), ha dilatado hasta el extremo operaciones de llegadas y las salidas de futbolistas (Okazaki, Ontiveros, Ricca o Michael Santos) y se ha cerrado en banda a aceptar la cláusula que figuraba en el contrato de Jony por la que podía salir cedido a cualquier equipo de Primera si el equipo seguía en Segunda. A día de hoy, el extremo asturiano está jugando gracias a un permiso temporal de FIFA y el asunto está en manos de los abogados. El jeque exige 12 millones de euros, el importe de su cláusula, y el Lazio se niega a asumir tal cantidad amparándose en la cláusula liberatoria de su contrato. Como guinda, Al Thani ha impuesto el fichaje de Benkhemassa a pesar de contar con la opinión contraria de Caminero y de Víctor.
La pésima gestión de Caminero. Es el otro gran señalado del verano. El contrato millonario e inasumible por N’Diaye (dos años de cesión con una ficha holgadamente por encima del millón y una opción de compra obligatoria de seis millones de euros) y su incapacidad para encontrar salida a los jugadores con las fichas más altas empañan y mucho su trayectoria en La Rosaleda. Desde hacía un año era de sobra conocida la nueva realidad a la que tendría que ajustarse el club si no subía a Primera y él tardó mucho en asumir la verdadera situación del club (a principios de julio apuntaba a Soldado o Durmisi, entre otros, como posibles fichajes). El ridículo de la primera jornada Santander, donde el Málaga estuvo a punto de cometer alineación indebida por la escasez de jugadores profesionales inscritos, fue sólo el anticipo de o que sucedería en los días finales del mercado. Al Thani le ha boicoteado un sinfín de movimientos de mercado, pero también se ha escondido en muchas ocasiones bajo el paraguas del presidente para eludir sus responsabilidades. Cerró los fichajes de Okazaki y José Rodríguez sin disponer de límite salarial y no fue capaz de corregir el desfase económico de la plantilla en todo el verano. Su mala gestión quedó en evidencia el último día del mercado con la marcha de Okazaki y las no inscripciones de José Rodríguez, Mula e Iván Rodríguez.
La afición ha estallado. El malaguismo dijo basta el pasado sábado ante el Almería con una concentración contra Al Thani en la que se exigió la marcha del propietario y también de sus directivos. “Familia Al Thani fuera ya”, “Al Thani culpable”, “Al Thani falso y embustero”, “ladrón de guante blanco”, “directivos cómplices” o “directiva dejad de esconderse” fueron algunas de las pancartas que lució la afición. También hubo días antes pintadas contra el presidente en La Rosaleda y varios comunicados de la Asociación de Pequeños Accionistas del Málaga. La hinchada sólo ha mostrado su apoyo al entrenador y a los jugadores.
Las instituciones, contra Al Thani. Las reacciones de las instituciones no se han hecho esperar. Días después del cierre del mercado, la delegada del gobierno de la Junta de Andalucía en Málaga, Patricia Navarro, y el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, pidieron al jeque que “dé un paso al lado” en la gestión del club. De la Torre fue incluso más allá, solicitó también un paso al lado a BlueBay, la hotelera que pleitea actualmente en los juzgados con Al Thani por el 49 por ciento de las acciones del catarí, y se ofreció a colaborar en la búsqueda de un posible comprador para el club.
La indignación del técnico. Víctor mantuvo todo el verano un discurso sosegado y de confianza hacia el jeque y hacia los dirigentes, pero su tono cambió por completo después del cierre del mercado. Aseguró sentirse “decepcionado y enfadado” porque el proyecto actual no es el que se le prometió cuando renovó a principios de verano. El episodio del tránsfer de Lorenzo González y Benkhemassa terminó de indignar al madrileño, que acusó públicamente de falta de profesionalidad a Caminero y a Jofre tras el Málaga - Almería del pasado sábado.
Última bala en el mercado. La plantilla se ha quedado con sólo 17 profesionales, aunque LaLiga ha autorizado al Málaga a incorporar a un futbolista más por el salario mínimo (unos 80.000 euros) y con unas condiciones muy definidas. En esos parámetros no encajaba Lizoain, que vio cómo la patronal vetaba su fichaje por el club de Martiricos. Javi Varas, a su vez, rechazó una propuesta blanquiazul hace unos días y el club sigue peinando el mercado de jugadores en paro en busca de un portero suplente para Munir, aunque no se descarta, si surge alguna opción interesante, que el refuerzo llegue finalmente para otra demarcación.