Pleno de un Fuenlabrada líder con gol en el minuto 90
Jeisson anotó el primero y luego empataría Ortuño, tras intervención del VAR. En la recta final Anderson provocó el éxtasis en el Fernando Torres.
Alguien debería avisar al Fuenlabrada de que los azulones han cambiado de categoría. El equipo de Mere sigue acaudillando partidos en Segunda como lo hacía en Segunda B. Ante el Oviedo se estrenó de local con un triunfo de oficio amurallado en el que la debilidad defensiva asturiana puso de su parte. El gol del triunfo llegó en el 90’, cuando los ovetenses jugaban ya con diez por la roja a Tejera. Lo anotó Anderson, recién salido al campo. Los madrileños son líderes de la categoría. Lo han ganado todo.
Inició el Torres de fiesta. La parroquia azulona vive en un jolgorio perpetuo. Virtud alegre que tiene en los límites del césped un cordón sanitario. El Fuenla no juega jubiloso. Juega blindado. Seriedad con botas que aguantó sereno el inicio efervescente del Oviedo, dueño del balón, las ocasiones y la desesperación. Ésa se tatuó en la cara de Tejera cuando Biel (16’) le sacó un gol que se ahogó en su garganta. El susto no mutó a los de Mere, cansinos de ritmo diésel. Randy es la excepción. Sus arrancadas son turbo puro. De una nació el córner que sirvió Hugo, peinó Glauder y marcó Jeisson. El 1-0 (28’) era historia. El primer tanto del Fuenla del Torres en Segunda.
El segundo se rondó en el 31’. Prieto mandó al larguero otro saque de esquina. Los locales acaudillaban el partido cuando llegó el empate (41’). El árbitro lo anuló, pero el VAR lo concedió. Iribas rompía el fuera de juego cuando Ortuño cabeceó a la red. Gol que antecedió a una segunda parte desértica. Lo único destacado aconteció en el tramo final. Tejera se fue a la calle por un pisotón a Hugo Fraile (86’) y en la confusión de jugar con uno menos Anderson desnudó a la defensa visitante con el gol del triunfo en el 90’.