Oscuro adiós para uno de los grandes supervivientes en la tragedia de la Chapecoense
Alan Ruschel fue uno de los tres supervivientes y el que ha seguido jugando al más alto nivel. Hoy, cuando cumple 30 años, decide salir cedido y el club le hace el vacío.
El 29 de noviembre de 2016 pasó a ser uno de los días más tristes de historia del fútbol después de que el avión que llevaba a la plantilla y cuerpo técnico de la Chapecoense se precipitara en una zona montañosa de Colombia horas antes del que podía ser uno de los días más felices para el club de Chapecó por la disputa de la final de la Copa Sudamericana. El accidente se llevó de un plumazo a casi toda la plantilla y cuerpo técnico y obligó al club a una reconstrucción total. 19 jugadores perdieron la vida y tan solo tres de los 22 convocados lograron sobrevivir: Jakson Follmann, Neto y Alan Ruschel.
Éste último se convirtió en el gran emblema del club a la hora de recordar aquella fatídica noche de noviembre gracias a su capacidad de recuperación. En tan solo nueve meses ya estaba jugando al más alto nivel (volvió en el Camp Nou) y eso que nada más llegar al hospital se dudaba que pudiera volvera a caminar. "Alan Ruschel llegó con una compresión en la tibia, compresión abdominal y la vértebra diez fracturada. Después de la cirugía, en condición estable, se fue a la clínica de Río Negro para los exámenes, ya que las secuelas en las extremidades inferiores llevan a riesgo de pérdida de movimiento", llegó a decir el primer cirujano que trató al defensa.
Se marcha cedido a meses de que termine su contrato
Pero Ruschel venció de nuevo a todos los elementos y ha seguido jugando para su club hasta esta madrugada, que ha decidido dejarlo por un tiempo para jugar cedido en el Goiás tras un periodo extraño en el club que marcó su vida.
Justo en el día que cumple 30 años, el defensa ha decidido salir solo, sin que nadie del club le haya respaldado públicamente, sin que ningún integrante de la directiva bajara a hacer un gesto y sin una nota de agradecimiento. Tan solo un comunicado infromando de su cesión, pasando de puntillas por lo que vivió el futbolista y ni el típico "buena suerte en tu nueva etapa" que suele ser la coletilla de estos comunicados.
Ruschel rechazó grabar un vídeo para el club y prefirió decir adiós a su gente de la Chapecoense por medio de sus cuentas en las redes sociales y sólo sus compañeros se han sumado a la despedida y le han brindado el cariño que el superviviente podría demandar.
Causa extrañeza la postura de un club que no escatimó en cariño a la hora de despedir con todos los honores a otras personalidades que han pasado por el club después de la tragedia como el director deportivo Joao Maringá o el delantero Wellington Paulista. En ambos casos, la directiva no dudó en organizar una rueda de prensa para las despedidas.
Nadie sabe con certeza qué ha podido ocurrir en una relación que debería haber durado para siempre, pero en el entorno de la Chapecoense algunos llegaron a desconfiar del central. “Mi idea de salir es para callar las bocas de algunos bobos que dicen cosas que no deben. Si alguna vez incomodé a alguien no fue por no trabajar. Me voy con la cabeza bien arriba y por haber hecho lo mejor aquí dentro”, sentenció el gran héroe de la peor historia jamás vivida en la Chapecoense.