El Castilla, cuna de estrellas para el primer equipo
El filial madridista se ha convertido en el complemento perfecto para las jóvenes perlas que llegan al conjunto blanco. Vinicius, Rodrygo, Kubo, Valverde o Casemiro son ejemplos de ello.
El Real Madrid Castilla ha cobrado una gran importancia en la formación de los jóvenes fichajes que han llegado al primer equipo. El filial del conjunto blanco se ha convertido en una cantera no sólo para los jugadores de la fábrica, sino también para las promesas que está incorporando el club. Casos como el de Vinicius, Kubo o Rodrygo ponen de manifiesto un cambio de política en la cual estos jugadores continúan con su proyección en el Castilla, en lugar de salir cedidos a otros equipos.
Con la inflación desmesurada que vive el mercado en la actualidad, las grandes estrellas del panorama futbolístico son cada vez más inaccesibles. Los Figo, Zidane, Cristiano o Kaká se han acabado y ahora, salvo alguna excepción, los jóvenes han cogido el mando. Sin embargo, su corta experiencia en la élite, les hace necesitar un tiempo de cocción en el que el Castilla asoma como la herramienta perfecta para su formación.
La idea del club es formar primero en Valdebebas a estos jugadores para que conozcan la entidad, la ciudad, el idioma y la cultura de aquí. Ejemplo de ello son los casos de Kubo o Rodrygo, los cuales tienen ficha con el filial para esta temporada, o Vinicius, que comenzó jugando en Segunda B hasta que Solari le llamó para el primer equipo. Aunque luego se decida subirlos al primer equipo o cederlos a un tercero, todos han tenido una etapa previa en el Castilla.
No obstante, los casos no se remontan solo a estos dos últimos años, sino que hablan de una dinámica que se extiende a lo largo de estas últimas temporadas y que se va acrecentando. Valverde fue adquirido procedente del Peñarol en el verano de 2016 y disputó aquel curso con el Castilla. Al igual que Odegaard, que jugó en el 'B' esa misma temporada antes de marcharse a Holanda. Lienhart (Friburgo), Abner (Atlético Paranaense) o Markkanen (MAKASSAR), fueron otros futbolistas que, pese a no encajar en el club, llegaron al filial con el objetivo de formarse en el filial y abrir la posibilidad del primer equipo. Quizás el caso más sonado hasta la fecha sea el de Casemiro. El brasileño fue fichado procedente del Sao Paulo para la temporada 2012/2013, un curso antes de ganar la décima en Lisboa.
Consulte aquí el especial del Diario As sobre el Real Madrid.