La 'ley del talón' provoca un lío
Las rojas a Luka Modric y Jorge Molina abren el nuevo criterio arbitral para erradicar el juego brusco grave y proteger más al jugador.
Ya tenemos el primer debate importante abierto: 'la ley del talón'. Es curioso que siempre se achaca a los árbitros la falta de autocrítica y cuando la ejercen nadie parece escucharla.
Al término del año pasado y antes del inicio de esta temporada el CTA percibió un cierto relajamiento en la erradicación del juego brusco grave por parte de los colegiados. Se informó de que este año habían puesto el ojo en este tipo de jugadas con la única intención de proteger a lo más importante de este negocio, que no es otro que el futbolista.
Hay que decir que no hay ningún cambio de regla sino que, como públicamente Velasco Carballo advirtió haciendo esa autocrítica arbitral, este año se iba a poner el punto de mira en esas jugadas. Ya se dio una situación similar con los codazos. Hubo en primera instancia dejadez arbitral, con varias roturas de pómulo durante la temporada, hasta que se pasó a la tolerancia cero y hoy en día es difícil ver los codazos a la cara de antaño.
Pasando a la literalidad del reglamento, la regla 12 define así fuerza excesiva: "En la acción en la que el jugador se excede en la fuerza y la impetuosidad empleada o pone en peligro la integridad fisca del adversario deberá ser expulsado".
El debate falso abierto tras este fin de semana es la intencionalidad del jugador que comete la infracción. El reglamento renunció hace ya mucho tiempo a juzgar la intención de los jugadores al cometer sus acciones. El árbitro no puede juzgar intenciones, perita los hechos que ve.
Como ejemplo de por qué quitaron la intencionalidad baste decir que en una temporada hay 100 penaltis de los cuales 99 seguramente el defensor nunca quiere hacer. Juzgar la intención de cometer o no penalti sería totalmente injusto. Un defensor no lo quiere hacer, pero por la rapidez de la acción y la imprudencia a la hora de entrar y el modo de entrar acaba cometiendo el penalti.
El problema radica en que cada uno tiene una opinión en este tipo de jugadas, pero hay que tener claro que el único órgano responsable a la hora de aplicar las reglas, darles sentido y llevarlas a cabo es el CTA, y gusten o no esas instrucciones son las que los árbitros tienen que aplicar. Todo lo demás queda en opinión personal.
Y, por cierto, los jugadores y entrenadores lo sabían una semana antes porque fueron los propios árbitros a los vestuarios de los equipos explicando todos los cambios de reglas y de cómo se actuaría en el caso de los pisotones al talón, poniendo incluso vídeos de acciones ocurridas el año pasado. Y a la Prensa se le citó a una reunión donde se les explicó todas estas situaciones.
La Federación publicó ayer la circular 4 sobre este asunto y no lo hizo antes debido a falta de tiempo por todo el trabajo que ha supuesto tener a punto la primera jornada con VAR en los estadios de Primera y Segunda. Fue un error no haberlo hecho antes, pero entendible. Lo importante era que los jugadores supieran los nuevos conceptos arbitrales y esto con circular o sin ella el CTA se lo hizo llegar en persona a todos los jugadores.