Vallecas tuvo la peor entrada en un estreno liguero de la década
Vallecas registró 6.028 espectadores en su primer partido de la 2019-20. Habría que remontarse a la 2009-10 para encontrar un cifra inferior, los 4.500 de aquel Rayo-Albacete en Segunda.
Si bien es cierto que en la categoría de plata, no hubo tanta expectación. Durante las temporadas 2017-18 y 2016-17 se llegaron a los 7.152 y 8.095 espectadores, contra Numancia y Valladolid, respectivamente. Eso sí, estas cifras se corresponden a los partidos de la segunda jornada, ya que entonces los vallecanos arrancaron LaLiga en Oviedo y Elche. Además, ambos partidos se celebraron a finales de agosto, 26 y 28.
Temp. | Cat. | Rival | Espect. |
19-20 | Segunda | Mirandés | 6.028 |
18-19 | Primera | Sevilla | 11.729 |
17-18 | Segunda | Numancia | 7.152* |
16-17 | Segunda | Valladolid | 8.095* |
15-16 | Primera | Valencia | 9.606 |
14-15 | Primera | Atlético | 11.070 |
13-14 | Primera | Elche | 7.081 |
12-13 | Primera | Granada | 7.315 |
11-12 | Primera | Zaragoza | 10.000** |
10-11 | Segunda | Numancia | 7.000 |
*Segunda jornada, jugó la primera como visitante.
**Tercera jornada, la primera se suspendió.
Los estrenos del Rayo en Primera durante esta década nunca bajaron de los 7.000 abonados: hubo 9.606 (2015-16), 11.070 (2014-15), 7.081 (2013-14), 7.315 (2012-13) y 10.000 (2011-12). Si bien es cierto que ese último curso, el debut liguero del equipo franjirrojo se produjo un 11 de septiembre, fecha correspondiente a la tercera jornada, puesto que la primera (Rayo-Mallorca) se aplazó debido a una huelga en el mundo del fútbol.
Para encontrar unos datos más pobres de asistencia en un estreno habría que remontarse hasta la 2009-10. Otra década. Por entonces, el Rayo militaba en Segunda y goleó al Albacete ante unos 4.500 espectadores. Unas cifras peores que en esta 2019-20, a pesar de que el duelo se celebró un 29 de agosto y no un 17.
Los números de asistencia del Rayo-Mirandés del pasado fin de semana (6.028), responden a diferentes motivos. Las peñas franjirrojas hicieron un llamamiento al resto de la afición para que no entrase al estadio y viese el partido en los bares de las calles aledañas en señal de protesta por los precios de los abonos. Fue significativa la imagen del fondo de Bukaneros vacío. Además de ese boicot, tampoco ayudaron la fecha (17 de agosto, en pleno puente) y la entidad del rival (uno de los recién ascendidos).