Un misil de Andrés frustra la remontada del Rayo con diez
El Mirandés consiguió el empate en la recta final, haciendo estéril el doblete de Embarba de penalti. Reparto de puntos entre uno de los candidatos a subir y un recién ascendido.
Un Mirandés recién llegado arruinó la fiesta vallecana. Y eso que el Rayo hizo méritos para llevarse el gato al agua, tras remontar con doblete de Embarba y con diez jugadores sobre el verde. Sin épica, pero con mérito. Así dieron la vuelta al partido los franjirrojos y así empataron los visitantes ante uno de los favoritos al ascenso.
No hay duelo sin intriga en Vallecas, sin giros en el argumento, sin amagos de infarto. El canterano rayista Martín tuvo un debut amargo cuando, otra temporada más, el VAR irrumpió y convirtió su amarilla (por una falta en la frontal) en roja. Siete minutos y diez jugadores. Mala aritmética que empeoró con el 0-1 de Álvaro Rey, culminando una contra.
Las cosas pintaban muy feas para los de Paco, pero una mano de Carlos Julio en el área hizo que Embarba igualara la contienda de penalti. El extremo lo volvió a intentar desde lejos y Limones detuvo el trallazo. Precisamente el guardameta estuvo a punto de frustrar un nuevo penalti a favor del Rayo. Otra mano (ahora de Sergio) y otra vez Embarba como lanzador. Limones tocó el esférico, aunque no pudo evitar el 2-1. El doblete del madrileño confirmaba la remontada de la Franja y su protagonismo en el equipo. Tres goles y una expulsión en menos de media hora.
Los mirandeses no bajaron los brazos (Matheus la tuvo y se le marchó fuera), tratando de imponer su superioridad numérica mientras pudieron. Justo antes del descanso, Carlos Julio vio la segunda amarilla y se equilibraron las fuerzas.
Iraola introdujo cambios buscando la reacción de los suyos: avisaron Matheus, con un disparo que atajó Alberto, e Iroko, que la mandó fuera. Y aunque los locales no se conformaron, llegaron a través de Embarba y Piovaccari, el gol lo tuvo Andrés en sus botas. El rojillo se sacó de la chistera un zapatazo desde fuera del área para empatar en el 71’. Corría el reloj y subían las pulsaciones. Pulido Santana anuló el 3-2 in extremis de Piovaccari por fuera de juego y el vendaval rayista resultó estéril en la recta final.