LEGANÉS
Indignación en el Leganés por el criterio del VAR ante Osasuna
Los pepineros dudan de la mano que se señaló a Rosales para anular el 1-0 a Braithwaite y reclaman un penalti y una roja contra Osasuna que no se revisaron.
La plantilla del Leganés está sumamente molesta por el uso del VAR que se dio en el partido que inauguró la temporada contra Osasuna. Los blanquiazules creen que la mano de Rosales por la que se anuló el gol de Braithwaite no era clara y añaden que la tecnología no intervino en un par de posibles penaltis también por manos que podrían haberse sancionado contra los rojillos. Además, también enfada mucho que Óscar se marchara a la calle previa revisión de la pantalla, pero que no sucediera lo mismo con Moncayola después de pisar la rodilla de Rubén Pérez.
"La verdad es que nos ha creado mucha incertidumbre el tema del VAR. Ha habido muchas acciones para revisar y luego el tiempo que se ha revisado ha sido suficiente para el descuento que hemos tenido. Hay que acostumbrarse. Es verdad que es algo frustrante porque intentas, intentas, si no es una cosa es otra, el gol no sube. Habrá que acostumbrarse", insistió en zona mixta con cierta frustración Unai Bustinza, segundo capitán del Leganés.
El Flaco, con el freno de mano
Mauricio Pellegrino, preguntado por el tema, dijo que las acciones en las que el VAR intervino fueron acertadas (aunque en el vestuario no estén de acuerdo con la mano de Rosales), pero que le preocupaba aquellas en las que el VAR no quiso intervenir. La más polémica llegó en el 25', cuando Estupiñán tocó con la mano la pelota claramente, pero ni se consultó con la tecnología.
"Me refiero -empezó a explicar Pellegrino- a otras jugadas en el área de Osasuna que podían revisarse. Hay una nueva circular con las manos. Desde lejos parecían, pero le van cantando al árbitro las acciones que se puede revisar. Ellos tienen más miradas que las que tenemos nosotros", insistió el Flaco, seguramente mordiéndose la lengua y con el freno de mano echado.
El lío de las manos
A propósito de estas manos, Bustinza cree que las nuevas circulares maridado con la confusión del VAR genera un lío mayor del que solucionan. "Es difícil con lo de las manos. Hay cambio de normativa. En el campo no las he visto, pero es que eso genera incertidumbre. Los cambios en el reglamento se hace para cambiar el juego. Pero la sensación en el campo, mi opinión, es esa. No sabes cuando es, cuando no... si se revisa, si no...", insistió.
La otra jugada polémica que escoció en el vestuario del Leganés fue la no expulsión de Moncayola, quien, en el 10', pisó en una arrancada de contra a Rubén Pérez en la rodilla. Le plantó la plancha en la articulación en lo que pudo ser una lesión grave, pero Alberola Rojas ni si quiera pitó falta. Tampoco nadie del VAR le pidió que revisara la jugada como sí hizo en el 90' con la roja a Óscar.
Butarque y la mala suerte con el VAR
La pasada temporada el VAR tardó 30 jornadas en estrenarse por Butarque. El estadio del Leganés fue el último de los campos de Primera en el que la tecnología cambió una decisión arbitral. Lo hizo a propósito un penalti por manos de Joaquín (Valladolid) que, previa consulta a la pantalla, Cuadra Fernández 'despitó'. También era la primera vez que sucedía algo así en Primera. Jamás se había pasado de un penalti señalado a otro no señalado por la gracia de la tecnología.
Que tardara tanto resultó llamativo porque ya en la 2ª jornada, en el Leganés - Real Sociedad, Zaldua cometió también manos de forma clara dentro del área txuriurdin tras jugada de Ojeda. Tampoco se revisó.
Ahora, sin embargo, Butarque sólo ha necesitado una jornada para estrenar VAR y por dos ocasiones: la jugada del gol de Braithwaite, anulada por mano previa en el inicio de la acción de Rosales, y la roja a Óscar que, inicialmente, se pitó como amarilla.